Biblioteca

Veníamos observando en las últimas semanas una mejor performance de la soja.

La Federación de Acopiadores recuerda a las empresas acopiadoras su invitación a participar de una jornada de capacitación sobre el flamante sistema Bolsatech, impulsado por la Bolsa de Cereales de Buenos Aires y orientado a resolver el conflicto generado por la cláusula de biotecnología propuesto por Monsanto. La cita será el próximo 29 de diciembre, en Bragado.
 

El mercado sigue operando en la misma tónica: el clima cálido y seco en el norte de Brasil está llevando a los analistas a recortar estimaciones de producción de soja, mientras que para maíz la situación tampoco es auspiciosa. Además los operadores habían descontado que tras la devaluación y quita de retenciones, Argentina liquidaría sus existencias de grano, y esto no está ocurriendo.

El mercado comenzó la semana pasada a poner una prima climática en maíz y soja por la falta de lluvias en el norte de Brasil. Ese proceso sigue hoy con pocas precipitaciones anunciadas para dicha región en las próximas semanas. Sin embargo el sur de Brasil se encuentra muy bien, y la situación podría no ser tan grave en el norte. En tanto no se verificó la ola de ventas de maíz y soja Argentinos que el mercado mundial esperaba.

Ayer el mercado arrancó en baja pero sobre el final de la rueda se produjeron alzas importantes. Las exportaciones semanales débiles de EEUU, y la presión por la suba de tasas de interés, cedieron ante preocupación climática en Brasil y un mercado Argentino que en su primer día de operatoria, arrojó valores por debajo de lo que los productores esperaban, con lo que las ventas brillaron por su ausencia.

El mismo día que la reserva federal de EEUU confirmó el aumento de tasas en EEUU, que es el primero en 10 años y genera un hito histórico, lo cual es negativo para los commodities, en Argentina se anunció la liberalización del mercado cambiario, que podría generar un salto en los precios locales. Para el mercado internacional ambas medidas son negativas, ya que desde el exterior piensan que Argentina venderá fuertemente maíz y soja.

Se espera que la Reserva Federal de EEUU incremente en 0,25% la tasa de interés de referencia. El movimiento al alza sería el primero en 10 años. La medida ya está descontada en los precios, pero la duda pasa por ver en los comentarios de la reunión si hay espacio para nuevas subas por delante. Esto haría que el dólar se revalúe, y el poder de compra de los importadores disminuya, por eso es negativo para los granos. En tanto también se espera que esta semana se produzca la devaluación del peso, y desde el exterior temen por una fuerte oferta de maíz y soja Argentinos.

La Federación de Acopiadores brindó detalles sobre la resolución 872/2015, fechada el 2 de diciembre pero publicada supuestamente el pasado 10 de diciembre en el Boletín Oficial. La normativa introduce modificaciones importantes a la resolución 302 y sobre el registro RUCA. “Pediremos la no entrada en vigencia de la normativa”, anticipó la institución.
 

Los exportadores volvieron a ofrecer hasta US$ 150 en Rosario y en Bahía Blanca; en la plaza estadounidense la posición marzo subió US$ 1,47 y cerró con un ajuste de US$ 149,20.

La Federación de Acopiadores informó esta tarde que aquellas firmas que quieran participar en el sistema de contralor propuesto la Bolsa de Cereales de Buenos Aires sobre la soja de Monsanto “no estarán obligadas a actuar como agentes de retención compulsivos hacia los productores que hubiesen entregado granos de soja producidos por semilla intacta”.

Preocupación por revaluación del dólar y decisiones políticas Argentinas.

La propuesta fue para la zona del Gran Rosario; leves mejoras en la Bolsa de Chicago.

Las fábricas ofrecieron entre 2800 y 3000 pesos por tonelada para la zona del Gran Rosario, hasta $ 400 por encima del valor del viernes; en la Bolsa de Chicago no hubo cambios.

Los operadores creen que la devaluación impulsará ventas.

La toma de ganancias alcista en soja continúa traccionando el mercado. La misma ha sido gatillada por señales de mayor demanda, con varias operaciones de exportación anunciadas desde EEUU, un mayor consumo de biocombustibles para el año próximo, y exceso de lluvias en el sur de Brasil con faltantes en el norte. Las alzas provienen particularmente de la soja, pero se contagiaron también al maíz.