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Los 200 dólares por tonelada que indicaba la pizarra de Rosario a comienzos de julio era un buen síntoma para la expansión del cereal. La supercosecha estadounidense comenzó a jugar su partido.

Los granos operan con pocos cambios. La trilla de maíz y soja avanza en EE.UU. y condiciona la marcha en los mercados.

Sobre la mayor parte del centro y norte argentino se espera tiempo con buena insolación y vientos del norte con ascenso de las temperaturas y ambiente cálido.

Según detalló la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, “que un 43,8 % de las 4.300.000 hectáreas implantadas se encuentran en etapa de macollaje, concentradas principalmente sobre los núcleos trigueros del sur bonaerense”.

Los futuros de la soja en el mercado de Chicago ajustaron en terreno positivo luego de las bajas post USDA. Los cereales no lograron acompañar la tendencia y ajustaron con pérdidas.

Acecha un setiembre errático, frío y muy desigual en lluvias, inquietando los planes de siembras maiceras. Crece la ansiedad en la región núcleo por disponer de 20 mm para arrancar a sembrar en serio y asegurar las emergencias de los que ya largaron. La primera lluvia importante que desplegó el mes se concentró en una pequeña franja, al este, con 40 a 60 mm.

Son alternativas a los productos químicos. Trabajan biólogos, químicos y microbiólogos de la Universidad Nacional de Córdoba.

El comienzo tradicional de la primavera tiene lugar con temperaturas en ascenso y precipitaciones escasas.

"Creemos que el fallo es muy contundente y el impacto va a ser fuerte", comentó Luis Zubizarreta, presidente de la Cámara Argentina de Biocombustibles.

“Luego de recolectar más de 3,46 MHa el rinde medio nacional se ubicó en 80,9 qq/Ha, acumulando una producción de 28.000.000 de toneladas para la campaña en curso”, informó la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.