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“Frente a distintas versiones que están circulando en el mercado y de acuerdo a los elementos con los que contamos hasta ahora”, la Federación de Acopiadores remarcó los siguientes puntos a tener en cuenta por las empresas:

a) Se trata claramente de un derecho de exportación (retención) que, en lugar de ser un porcentaje sobre el precio, es una suma fija por cada dólar ($ 4 ó $ 3 según el caso).

b) Al ser una suma fija en pesos por dólar, su peso porcentual disminuye si el tipo de cambio sube, pero aumenta en el caso de que el tipo de cambio disminuya (hubo un compromiso de poner una tasa máxima).

c) Hasta ahora, bajo ningún concepto puede sugerirse que se trata de un sistema de tipos de cambios múltiples, interpretación esta que traería aparejadas consecuencias distorsivas para los vendedores forward a precio hecho.

d) Por ser un derecho de exportación, su impacto es un riesgo evidente de la exportación y, por lo tanto, no aplicable a contratos forward con precio hecho.

e) No hay que confundir tipo de cambio (Banco Central) con derechos de exportación (Hacienda).

f) Es evidente que su impacto se verá reflejado en los nuevos precios en dólares, como ha sido históricamente.

Por todo lo expuesto, la Federación de Acopiadores recomendó “rechazar de plano cualquier intención de los compradores de pretender que los vendedores de contratos forward a precio hecho, se hagan cargo de esta retención”.

No obstante, “en caso de que no se tratara técnicamente de un derecho de exportación, y en su lugar fuera una especie de tasa, también tienen plena validez las aclaraciones realizadas”.