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El ministro de Agroindustria de la Nación, Luis Miguel Etchevehere, y su par de la provincia de Buenos Aires, Leonardo Sarquís, participaron este jueves de la apertura de la 8ª edición de A Todo Trigo, el congreso organizado por la Federación de Acopiadores en el Hotel Sheraton de Mar del Plata. Allí coincidieron en las buenas perspectivas para esta campaña fina y destacaron diversas medidas que se implementaron para recuperar la competitividad en los mercados mundiales. 

“La historia cambió a partir de que el presidente Mauricio Macri quitó las retenciones al trigo en diciembre de 2015. Logramos aumentar el área sembrada y venimos de dos campañas récords. En la última cosecha triguera se lograron 18,5 millones de toneladas que generaron casi 4000 millones de dólares de ingresos para nuestro país”, aseguró Etchevehere, quien resaltó que durante el año pasado se abrieron 24 mercados.   

A su turno, Etchevehere enfatizó que trabajan con todos los eslabones de la cadena agropecuaria en 32 mesas de competitividad, de las cuales 5 son encabezadas por el propio presidente de la Nación, Mauricio Macri.   

“Desde el Gobierno queremos abrir nuevos mercados y generar las condiciones necesarias para producir, logrando mayor transparencia y evitando desigualdades entre los diferentes eslabones de la cadena. Así lograremos que el sector privado genere más empleo y se reduzca la pobreza”, agregó el funcionario nacional.

En ese sentido, defendió el camino de buscar financiamiento externo para  reducir el déficit con gradualismo. “Las otras opciones son la maquinita, que generan  inflación, o subir impuestos, que desalienta la inversión.  Ante un cambio de las condiciones externas, optamos por la alternativa del FMI. Así nos aseguramos el financiamiento suficiente para mantener esta política gradualista hasta el final del mandato y seguir dándole mejores condiciones de inversión al sector privado sin afectar a los más vulnerables”.

Ante un auditorio colmado, Etchevehere calificó al campo como “el motor de la economía” que ayudará a que la Argentina sea uno de los protagonistas principales para combatir el hambre en el mundo. “El dólar subirá o bajará, pero entendemos que es esencial tener competitividad independientemente del tipo de cambio. No debemos perder productores por factores climáticos o de mercado”. 

Y si hablamos de competitividad, uno de los factores indispensables es la infraestructura rural. Al respecto, Sarquís puso énfasis en el plan impulsado por la gobernadora María Eugenia Vidal para reacondicionar unos 12 mil kilómetros de caminos rurales considerados troncales, lo que representa casi la mitad del total de los 25 mil que hay en todo el territorio bonaerense.  “Este año proyectamos arreglar casi 4000 y en 2019 otros 8000. También es importante mencionar que en 2017 se invirtieron unos $46 mil millones para refaccionar rutas provinciales y nacionales”.

Por su parte, Sarquís remarcó que hay una intención de siembra de casi 6 millones de hectáreas en trigo, de las cuales la provincia de Buenos Aires abarcaría entre un 50 y 60% de ese total.  “En nuestra provincia ya no son 2, sino 4 las zonas trigueras. Tenemos una enorme oportunidad para producir buen trigo. Hay nuevos mercados, buena humedad de suelo,  los precios internacionales vuelan y la mejor relación insumo-producto en muchos años”, sintetizó.

Además, evaluó el gran protagonismo que ha ganado la cebada entre los cultivos de invierno. ”En Buenos Aires se produce el 98% de ese cultivo y tiene perspectivas de seguir creciendo de manera significativa”. 

El ministro provincial asimismo destacó las obras hídricas e hidráulicas que se están desarrollando, como el drenaje y ampliación de la capacidad del Río Salado, que demandará una inversión de 950 millones de dólares. “Esta obra va a mitigar entre el 70 y 80% de las inundaciones en la provincia”, finalizó.

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