NOTICIAS Y VIDEOS /
El trigo se enfrenta al cambio climático
El especialista mostró la significativa reducción del área cosechada de trigo en la Argentina, que bajó del promedio de 5,34 millones de hectáreas en el período 1960 a 2010 a las actuales 3,3 millones de hectáreas. En esa caída, remarcó el peso que tuvieron las restricciones impuestas a las exportaciones que llevaron a que el área cosechada decayera entre 2006 y 2014 a razón de 28.000 hectáreas por año.
Al respecto, Miralles comentó la evaluación económica realizada por Raúl Dente, asesor general de la Federación de Acopiadores, que estimó una pérdida de 10 mil millones de dólares durante los últimos 8 años como consecuencia de la intervención en los mercados. Entre las consecuencias agronómicas, Miralles citó que la reducción de la superficie cosechada en trigo no se compensó con los incrementos en otros cultivos invernales. A la vez que los verdeos de invierno sólo mejoran parcialmente el déficit de cobertura. Por otro lado, la desaparición de los cultivos de invierno de la rotación afecta negativamente los balances de carbono del sistema, acelera la degradación del suelo y empeora los rendimientos de la soja.
Frente a ese panorama la pregunta que surge en el sector es si el trigo es considerado por los productores como un cultivo importante. Una buena respuesta se encuentra en los resultados de la encuesta que se realizó en el marco de la Fiesta Nacional del Trigo 2015. Miralles indicó que el 89% de los encuestados señaló que el trigo es importante o muy importante en su zona y lo atribuyeron mayoritariamente a las contribuciones del cultivo respecto de la cobertura del suelo, el aporte de carbono, el control de malezas y la desestacionalización financiera.
A la hora de responder sobre las principales problemáticas que enfrentan los productores para la producción de trigo, mayoritariamente (88%) las repuestas apuntaron a las políticas comerciales, entre las que citaron: la intervención y poca transparencia del mercado, la falta de mercado, los descuentos de precios, las retenciones a las exportaciones y los altos costos de fletes y comisiones.
Nuevo escenario
Miralles enumeró los principales efectos que aparecen en las proyecciones del cambio climático, referidos a aumentos en las temperaturas medias y mínimas, cambios en la fecha de heladas, alteraciones en las precipitaciones, aumentos en la emisión de dióxido de carbono e incrementos en la frecuencia de los golpes de calor.
Frente a esto, un informe reciente del Grupo Intergubernamental de Expertos sobre el Cambio Climático (IPCC, según su sigla en inglés) indica que el mayor impacto negativo sobre los rendimientos será en las zonas templadas –precisamente las que caracterizan a las principales zonas agrícolas argentinas- y el trigo aparece como el cultivo más afectado.
“La baja de los precios internacionales de los granos y la actualización de costos nos colocan en una zona roja de la cual debemos salir de manera inmediata”, dijo el titular de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara.
El pasado miércoles 16, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso participó de una reunión de la Mesa de Trabajo para la Seguridad Rural con representantes de diferentes entidades que nucléan a los productores rurales, con el objetivo de coordinar acciones para prevenir los delitos en las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires.
Lo resolvió la presidenta del directorio de gestión y funcionaria cercana al gobernador Axel Kicillof, Jimena López; se seguirá en el trabajo de una próxima licitación; había incertidumbre sobre la continuidad luego que trascendiera un supuesto interés del gobierno provincial de controlar un 30% de la operatoria. LA NACION - 26/09/2024
Enviá tu comentario