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Técnicamente es absolutamente factible y sería positivo para el país este aumento”, observa en comunicación con energiaestrategica.com, Patrick Adam, Director Ejecutivo de la Cámara Empresaria de Bioetanol de Maíz (Biomaiz) según informó el portal Energía Estratégica.
 
La autoridad explica que este incremento no sólo podrá ayudar a reducir la importación de naftas y a contener el impacto ambiental que los combustibles fósiles arrojan tras su combustión, sino que incentivará a la producción local de las 14 empresas que conforman el rubro de bioetanol.
 
“Espero que entiendan la necesidad del sector, tanto del etanol de azúcar como del de maíz, y que se proceda a llevarlo al E12 –naftas mezcladas con un 12 por ciento de bioetanol-. No se trata de un desafío muy grande elevar un 2 por ciento el volumen y a la industria nos ayudaría enormemente”, resalta Adam.
 
Desde octubre a diciembre del año pasado, el volumen del corte de bioetanol en las naftas creció escalonadamente un 100 por ciento, incrementándose de un 5 a un 10 por ciento la mezcla en todo el país. No obstante, las ganancias no se percibieron de un modo recto porque la misma Resolución, la 44, especificaba que el precio se iría reduciendo progresivamente a un 30 por ciento por debajo de su cotización, determinación que de todos modos y a las claras favoreció al sector.
 
Sin embargo, más allá del incremento exponencial en la producción de combustible ecológico, el Director Ejecutivo de Biomaiz asegura que la industria tiene una disposición de entrega anual de 540.000 m3 y que anualmente se está produciendo entre un 15 y un 20 por ciento menos de la capacidad total de la industria, por lo que abastecer un nuevo aumento del corte no solo es posible sino necesario.
 
Más allá de que Argentina nunca haya sido un país exportador de bioetanol, de hecho comienza a desarrollar el producto con el propósito de mezclarlo con las naftas para economizar en las importaciones y reducir el impacto ambiental, actualmente no es posible dirigir parte de la producción afuera.
 
“No es un buen momento para atacar el mercado externo”, sintetiza Adam. Cuenta que en algún momento se barajó la posibilidad pero que coyunturalmente, tras la fuerte baja del barril de crudo que hoy promedia los 60 dólares, no es rentable.