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"El jefe de Gabinete mantuvo una reunión con los representantes sindicales e intendentes de Zárate y Baradero en la que se acordó el levantamiento inmediato de las medidas de fuerza", sentenció un optimista comunicado de la Jefatura de Gabinete ayer al mediodía. Ocho horas después, no habían cesado aún los bloqueos a las cerca de 40 empresas químicas en esas localidades y los problemas de abastecimiento de insumos clave se agudizaban.
 
Cerca de las 22 -luego de que por la tarde la ministra de Industria, Débora Giorgi, recibió a directivos de la firma de colorantes TFL- los representantes del sindicato de químicos de Zárate seguían reunidos con funcionarios en el Ministerio de Trabajo sin una solución cercana para el conflicto. "Puede extenderse hasta la madrugada", dijeron a LA NACION.
 
Giorgi y Capitanich habían buscado sin suerte que TFL desistiera del procedimiento preventivo de crisis (PPC) y, tras bambalinas, impulsaban a las grandes compañías del polo industrial a presionar a la firma alemana. Horas más tarde, en Trabajo advertían que un rechazo al PPC tardaría 48 horas en efectivizarse. En ese contexto, los trabajadores químicos afirmaban que se trataba de una "decisión política" y que, de ser así, mantendrían dos días más la protesta, lo que llevaría a muchas empresas a una situación extremadamente grave.
 
"Cualquier instancia de negociación, los directivos de TFL la llevarán adelante en el ámbito del Ministerio de Trabajo", dijeron, en tanto, en la empresa. Sus directivos apagaron anoche sus teléfonos celulares.
 
TEMOR EN EL POLO INDUSTRIAL
 
"A esta altura sólo queremos sacar producto de la planta", decían desesperados en Dak, la empresa que produce el pet para hacer las botellas de gaseosas y agua mineral. "Si no se soluciona hoy, estamos en serios problemas", afirmaban ayer por la tarde en Monsanto, que estaba en plena producción de herbicidas para la cosecha 2015 antes de que comenzara el conflicto.
 
El paro comenzó cuando la firma de colorantes TFL ingresó en un PPC, anunció que despediría a casi 70 empleados y que comenzaría a importar parte de su producción. Fue entonces cuando el Sindicato de Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas de Zárate decidió paralizar el polo químico de esa ciudad, lo que afectó la producción también en Campana, Baradero, San Nicolás, Gualeguaychú y Larroque..