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Las distorsiones que crea el intervencionismo estatal en el mercado de trigo favorecen que se genere una brecha de 60 dólares entre la capacidad teórica de pago de los exportadores y la retribución efectiva que hacen a los productores. Uno esperaría que ese problema fuera el eje central de un congreso de trigo. Sin embargo, de acuerdo a lo que escuchamos hoy pareciera que hay integrantes de la cadena triguera que por conveniencia prefieren no hablar de la realidad”, se indignó Luis Miguel Etchevehere, presidente de Sociedad Rural Argentina, al salir del congreso de Argentrigo que se llevó adelante la semana pasasda en la Bolsa de Cereales de Buenos Aires.
 
 
 
“Las trabas que ejerce el gobierno sobre el comercio exterior hacen que los exportadores e industriales le paguen al productor un 32% menos de lo que tendría que valer el cereal en un mercado transparente”, agregó Etchevehere. “Estamos preocupados por el efecto puerta 12 que va a haber en enero, cuando esté cosechada la mayor cantidad del cereal”, dijo Etchevehere.
 
 
 
Se estima que habrá 11,5 millones de toneladas de trigo, que sumado a los 2 millones de remanente de la campaña anterior daría una hipotética oferta de 13,5 millones. Si tenemos en cuenta que el cupo de exportación es de 1,2 millones y que los molinos compran a un ritmo de ½ millón de toneladas por mes, se puede percibir claramente que al productor se lo expone a una situación altamente desventajosa.  “Con esta falta de competencia, sólo se va a salvar aquel trigo que tenga calidad, que por las inclemencias climáticas va a ser muy poco”.