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Por Prensa fyo / Reuters.- Obreros de acopios de granos iniciarán el miércoles una huelga de al menos 24 horas que amenaza con dificultar el envío de mercadería a los mayores puertos del país, lo que golpearía la exportación de soja en momentos en que las terminales están operando con suministros reducidos.
 
"Ya negociamos el aumento (salarial) para el período de enero a junio, y ahora tenemos que definir el segundo semestre. Se agotó la negociación y decidimos ir al paro", dijo a Reuters Pablo Palacio, secretario gremial de la Unión Recibidores de Granos y Anexos de la República Argentina (Urgara).
 
"Al no haber despacho de los acopios, se va a ver impactado el ingreso de camiones a los puertos. Va a mermar el ya escaso número de camiones que está viniendo (a Rosario), entonces va a haber menor ingreso de mercadería", dijo Guillermo Wade, gerente de la Cámara de Actividades Portuarias y Marítimas.
 
Pese a que Argentina acaba de finalizar una campaña 2013/14 con cosechas récord de soja y de maíz, el abastecimiento de Rosario -el mayor polo agroexportador del país- es limitado ya que muchos productores se aferran a sus granos como cobertura ante la devaluación del peso doméstico y la inflación.
 
Además, los agricultores están a la espera de una mejora de los precios internacionales de la soja, que se derrumbaron un 12,6 por ciento durante julio y alcanzaron la semana pasada su nivel más bajo en cuatro años en la plaza de futuros de Chicago.
 
La medida afectará a los principales puertos del país, incluidas las terminales clave de San Lorenzo, Puerto General San Martín y Timbúes, ubicada a unos 50 kilómetros al norte de la ciudad de Rosario y de donde sale cerca del 80 por ciento de los embarques agrícolas y agroindustriales del país.
 
"En principio va a ser por 24 horas, pero si esto no se resuelve vamos a analizar la posibilidad de extender la medida o repetirla la semana que viene", añadió Palacio.
 
Las negociaciones salariales fracasaron cuando el sindicato rechazó una propuesta empresarial de un aumento de un 8 por ciento para el segundo semestre del 2014. Para el primer semestre, el gremio obtuvo un incremento del 19 por ciento, por lo que busca conseguir un aumento similar para la segunda mitad del año.
 
En caso de extenderse, la protesta podría dejar vacíos los puertos y frenar los embarques al exterior en un área donde gigantes del sector como Bunge, Cargill y Louis Dreyfus poseen plantas procesadoras y terminales propias.