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El mes pasado, durante su visita a Brasil, el presidente chino Xi Jinping anunció el fin de la veda a la carne brasileña que el gobierno de su país impuso en 2012, cuando en abril de ese año el Ministerio de Agricultura, Pecuaria y Abastecimiento de Brasil, confirmó el primer caso de “vaca loca” atípico en Mato Grosso.
Xi Jinping anunció el fin del embargo el pasado 17 de julio, alentando la esperanza de la industria frigorífica brasileña y la exportación. Incluso el anuncio de la reapertura generó un cierto nerviosismo a nivel de la industria frigorífica uruguaya, porque le quitaría mercado a las carnes uruguayas. Brasil es un productor de fuertes volúmenes y en varios mercados ha salido a vender más barato, sacando proveedores del negocio.
Brasil es reconocido por la Organización Mundial de Sanidad como un país de riesgo insignificante para “vaca loca”, el mejor de los status en esta enfermedad y las autoridades sanitarias brasileñas presionan buscando que se firme rápido el nuevo protocolo sanitario entre ambos países.
Hasta hoy, la carne brasileña ingresa a China a través del “canal gris” de Hong Kong, donde va la carne de contrabando.
Los chinos habilitaron ocho frigoríficos para que retomaran las exportaciones de carne y menudencias a su país, pero aún hay algunos detalles pendientes.
 
 
Recuperación
Mientras tanto, según publicó Faxcarne, el panorama de negocios cárnicos con China no cambió sustancialmente, pero los operadores uruguayos comienzan a notar más actividad con consultas de precios sobre determinados cortes.
Los frigoríficos uruguayos esperan que el mercado chino vuelva a demandar volumen a partir del mes que viene. China es un mercado importante para Uruguay, tanto para carne ovina como bovina.
Según Faxcarne, operadores brasileños confirmaron que se apreció un repunte de precio, vía Hong Kong, por una serie de cortes del garrón y brazuelo, conocidos como shin-shank, que son muy buscados por los importadores asiáticos. El precio del producto está próximo a US$ 4.800 CIF.