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Para el especialista, lo que ocurre con la calidad del trigo en Francia “es un desastre histórico”. Pero además resaltó que se extiende a toda Europa. “Hay un boquete de al menos 8 M de toneladas de trigo panadero”, resaltó.  El trigo de Argentina, por razones obvias de costo de flete y tradición comercial, tiene como destino Brasil y no Europa. “Pero si tuviera exportaciones fluidas y abiertas, los precios de exportación subirían por este contexto internacional, pero no es lo que ocurrirá”, insistió.
 
“Es tan nocivo el sistema de control de exportaciones, que los brasileros hoy ya no te piden saber cuánto podrán importar de Argentina, sino que quieren saber al menos cuándo, en qué fecha, le vamos a vender, y que cumplamos esa promesa”, dijo. “Brasil nos esperó mucho. Pero en 2012 cuando le exportamos nuestra inflación y el pan le subió 30% dijeron basta con esta incertidumbre sobre si vendrá o no y cuánto trigo argentino, y por eso este año ya no nos esperan y se cubrieron comprando 1 M de toneladas de trigo de EE.UU”, dijo Pierbatistti. 
 
En ese marco, le recomendó al gobierno que no espera a enero (la cosecha es en diciembre) para abrir exportaciones con el argumento de que ahí sabrá a ciencia cierta si alcanza el volumen para abastecer el mercado interno. “Brasil, que es nuestro principal cliente, es cierto que ingresa los embarques en enero. Pero la compra la hace antes para cubrirse, las hace ahora y la cierra al principio de diciembre. Entonces, si esperamos hasta enero para salir a vender, ellos no nos van a comprar; y así las exportaciones seguirán sin poder acercar la fluidez comercial y captar las mejoras de precios internacionales; no en vano el trigo enero argentino está a u$s 180 cuando los precios internacionales están volando”, insistió.
 
 Finalmente, el analista llamó a bajar los decibeles hacia adentro de la cadena triguera. "Se impuso como pensamiento que todas estas regulaciones a la exportaciones eran en favor de los molineros para poder comprar barato el trigo. No se confundan, al molinero no quiere comprar barato. Primero necesita que el precio incentive al productor a producir para que no le falte materia prima, y segundo lo que le interesa es que el de al lado no compre más barato. La industria necesita también la dinámica que le pone la exportación al comercio, porque el aumento de precios que genera poder captar los movimientos alcistas internacionales y la competencia por la originación, también le lleva a poder mejorar ellos sus precios de venta", resaltó.