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-¿No da para más el arrendamiento a un año?
-El contrato accidental nace en la década del 80 como incentivo para que el dueño de la tierra ponga el alquiler su campo porque el contrato mínimo era de tres años. Lo que fue la excepción, en su momento para dinamizar, terminó siendo la regla. Esto atenta a la competitividad del negocio porque negociar todos los años tiene alto costo y genera incertidumbre. Es necesario también derogar el contrato accidental y volver a los tres años para que pueda haber rotaciones de cultivos mejorando así los aspectos ambientales
 
-Uruguay puso en marcha un sistema de contrato a varios años y con obligación de rotaciones. ¿Ese puede ser el modelo?
Desde el año pasado tiene una ley de uso y manejo de suelos que regula el proceso de arrendamiento y define la duración de contratos y las rotaciones de acuerdo a la zona de producción. Había muchas dudas iniciales por la rentabilidad, pero está funcionando bien.
 
 -¿Qué otros cambios se podrían hacer al sistema actual?
- La creación de un registro en el que estén anotados todos los contratos de arrendamiento. El concepto es que haya información. Que los productores y dueños de la tierra tengan una base de datos dónde puedan tener claridad cuáles son los valores y los considerandos de los contratos para poder transparentar la información, poder tomar decisiones acertadas y también equilibrar la relación entre arrendador y arrendatario.
 
 -Fueron los privados los que llevaron al sistema a esta situación, pero también aparece riesgoso que el Estado se meta a regular.
El sistema fue dinámico y permitió crecer 350 por ciento en 20 años. Esa posibilidad se logró porque era flexible. El espíritu de las nuevas reglamentaciones debiera poner condiciones pero no perder el espíritu del contrato original de la ley de arrendamiento que era darle dinamismo la relación.
 
-¿Como ves el escenario de arrendamientos para la próxima campaña?
No veo grandes diferencias en cuanto al poder de negociación que hoy tiene el propietario de la tierra, que quiere el dinero y no participar del riesgo, sobre todo en la zona núcleo. Esa lógica de corto plazo se mantiene de manera independiente del formato del arreglo. Es muy pronto para hablar de precios, pero veo presiones bajistas (por el lado de los precios del grano) pero tengo dudas de que quede reflejando en baja de alquiler. Seguirá la retirada de grandes pooles, que llegaron a administrar cientos de hectáreas, por los altos costos de gestión. Veo que la campaña vendrá negociada. Ya estamos retrasados en cierres de contratos, y esta será aún peor por razones de estrangulamiento financiero del productor y condiciones de mercado. También veo que sigan los acuerdos en los que los industriales financian a productores para que puedan arrendar a cambio de garantizarse la originación. El tema a resolver es la transparencia de precios, que es lo que aportan los mercados concentradores.