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El presidente de la Cámara de Importadores de la República Argentina, Diego Pérez Santisteban, dijo que"si bien es un default peculiar, porque afecta a menos del 1% de la deuda, no todos los proveedores de la Argentina están bien informados, se asustan y por eso hay que explicarles la situación distinta con el 2001".
 
Destacó que el experto que "el proveedor recuerda lo que ocurrió en 2001 y 2002, donde hubo al default se le agregó la reprogramación de pagos a proveedores, por eso plantean acciones prudenciales a las empresas argentinas, como plazos más cortos, si lo hacía entre 90 a 120 días, ahora pide 30, cuado no pide pago previo contra documento de embarque".
 
Según publicó Infobae, Luis Secco analizó con Pablo Wende las consecuencias sobre la economía de la situación generada al vencimiento del plazo de mora de 30 días con los bonistas bajo jurisdicción Nueva York que no pudieron cobrar un vencimiento del Discount: "Primero está el efecto sobre las expectativas, pero ahora se agregaron las diferencias de status financiero con otros países, como Paraguay que obtuvo financiamiento a 6% anual, porque se ha cerrado el financiamiento externo para la Argentina, y apareció la incertidumbre: la gente tiene medio a tomar crédito, por temor a no poder pagarlo".
 
"A eso se suma la mayor actitud de la gente a comprar dólares y se observa más inquietud en el sector real que el financiero, porque las empresas revelan temor a invertir, no es el gran problema, pero es importante", sintetizó Secco.
 
Miguel Angel Boggiano, CEO de Carta Financiera destacó con Paulino Rodrígues que "desde el cambio de política monetaria, en febrero último, la caída de la actividad ha sido inninterrumpida. Ahora se agrega el efecto de la parálisis porque muchas empresas no pueden evaluar las consecuencias del default, por eso no hacer nada es tremendamente negativo. Con inflación en torno a 35% anual, probablemente la recaudación no está creciendo en términos reales".
 
Mientras que Agustín Monteverde, consideró que "el default no es gratis, va a tener sus efectos, se le está dando aire a un muerto. Por ahora las consecuencias son minúsculas respecto de lo que está por venir, con una situación que está en franca recesión, con una inflación que muestra ímpetud y un cuadro laboral con menores horas trabajadas y suspensiones, que eran previas al default, por errores de política económica".