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De acuerdo con los datos expuestos por el Departamento de Información Agroeconómica de la Bolsa de Cereales de Córdoba, durante la Jornada de Soja con Sustentabilidad, aseguran que la rentabilidad en campos alquilados es nula o en algunos casos, el margen bruto del cultivo es negativo.
A los fines de evaluar el mejor resultado económico para la futura campaña, Gonzalo Agusto, economista de la Bolsa, expuso cuatro planteos agrícolas diferentes; todos con la soja como protagonista.
 
Para el ejercicio de simulación, los escenarios productivos previstos fueron: el primero, con soja de primera; el segundo, con una secuencia 80 por ciento con soja y 20 por ciento con sorgo; el tercero, con un modelo 65 por ciento de soja y 35 por ciento de maíz; y el cuarto, con la clásica rotación trigo más una soja de segunda.
 
El análisis incluyó como supuesto una distancia promedio al puerto de 280 kilómetros, un planteo técnico promedio para la provincia de Córdoba y el pago de un arrendamiento promedio de 10 quintales de soja por hectárea, un valor que surge a partir del primer relevamiento para la campaña 2014/15 elaborado por la Bolsa de Cereales de Córdoba. Para los cálculos en cada uno de los cultivos se utilizó un rendimiento promedio de los últimos cinco años.
 
Según publicó La Voz del Interior, el planteo agrícola en campo arrendado que incluya una rotación con 65 por ciento de soja y 35 por ciento con maíz es el que peor números ofrece. Para esta opción, el margen bruto muestra una pérdida de 77 dólares por hectárea. En campo propio, la opción productiva que combina a la soja y el maíz ofrece 193 dólares por hectárea de margen bruto.
 
El esquema productivo que incorpora soja de primera presenta el mejor margen esperado con 241 dólares por hectárea, bastante similar a la combinación de la soja con sorgo, con un margen de 240 dólares.
 
Pero en ambos casos, el margen se torna negativo cuando se hace en campo alquilado. La pérdida llega a 28 dólares por hectárea para la soja de primera y 30 dólares para la opción que combina la oleaginosa y sorgo.
 
En campo propio, mientras tanto, la secuencia trigo/soja de segunda aporta un margen bruto de 234 dólares por hectárea. Pero cuando la alternativa se traslada a un sistema bajo arrendamiento, el margen bruto es negativo en 36 dólares por hectárea.
 
“Todos los márgenes en campo arrendado arrojan un resultado negativo en los escenarios supuestos. Debido a que 40 por ciento de los costos totales corresponden al arrendamiento”, precisó Agusto.
 
A juicio del economista, los productores que alquilan se inclinarían en la presente campaña por compartir los riesgos con el dueño del campo. De esta forma, plantearían en la negociación diferentes modalidades de alquileres: pagos a porcentaje de rendimiento (25-30 por ciento), en quintales fijos y/o una combinación de ambos.
 
“Estas opciones comenzaron a tratarse en la campaña 2013/14 con poco éxito en ese momento, pero se estima que en este nuevo ciclo agrícola tomarían mayor importancia”, sostuvo el economista de la Bolsa de Cereales de Córdoba.