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Soy un productor de trigo de la zona bonaerense de Benito Juárez. Quiero vender. El molino local me ofrece 1850 $/tonelada –con pago a 30 días– por el cereal con un nivel mínimo de gluten de 28%.
 
No me convence. Consulto a un molino localizado en Chivilcoy. Me ofrece 1900 $/tonelada. Descontado del flete me quedan 1600 $/tonelada. En otro molino de Chacabuco pagan 2000 $/tonelada (1675 $/tonelada luego de abonar el flete). Y en el conurbano bonaerense están dispuestos a pagar 2100 $/tonelada (1760 $/tonelada).
 
A medida que me alejo de Benito Juárez, el precio real del trigo con calidad panadera va mejorando por una sencilla razón: en el sur de la provincia de Buenos Aires –por debajo de la abandonada ruta provincial 60– el trigo abunda. Y escasea, de manera creciente, a medida que viajamos hacia el norte del país.
 
La decisión oficial de cerrar la exportación de trigo argentino, además de regalar el mercado brasileño a EE.UU., discrimina especialmente a los productores de trigo del sur bonaerense. Y permite a los molinos harineros presentes en dicha zona acceder a un trigo subsidiado, de manera forzosa, por los propios productores.
 
Las condiciones agroecológicas presentes en el sur bonaerense hacen que el trigo sea el principal cultivo en la zona. La otra opción es la cebada, la cual, si bien fue una alternativa válida de escape durante algún tiempo, actualmente tiene precios más horribles que los del trigo.
 
Esta semana los representantes de las Bolsa de Cereales de todo el país indicaron, por medio de un comunicado –que puede descargarse aquí– que “podemos afirmar que existe un nivel de oferta excedente respecto de las necesidades de consumo doméstico que no justifican las medidas actuales que atentan contra la fluidez en la comercialización del trigo”.
 
“En particular –aunque no excluyentemente– dicha sobreoferta regional se encuentra en la zona sur de la provincia de Buenos Aires, típicamente exportadora del cereal, que hoy encuentra casi paralizada la actividad, restringiendo el ingreso de divisas genuinas a nuestro país”, añadió.
 
“Reiteramos nuestra total convicción de que la apertura de la exportación sin restricciones es la única manera de hacer confluir a todos los sectores de la demanda en iguales condiciones, mejorando las perspectivas del cultivo, y confirmamos nuestro convencimiento de que bajo este esquema no se pondrá en riesgo el abastecimiento interno ni los precios de los productos de la canasta básica derivados del trigo”, concluyó el comunicado.