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Por Dante Rofi (La Nación).- La favorable evolución agronómica de la campaña 2014/2015 en los Estados Unidos fue ayer el principal fundamento bajista para los precios de la soja en la Bolsa de Chicago. En efecto, las posiciones julio y agosto perdieron US$ 8,64 y 6,89, mientras que sus ajustes fueron de 513,77 y de 495,49 dólares por tonelada.
 
Con este movimiento, el mercado volvió a poner en evidencia que el empalme entre los ciclos comerciales se dará en un nivel próximo al vigente para el contrato noviembre, que marca el ingreso de la soja de la nueva cosecha en el mercado. Tan es así que dicha posición ayer tuvo una caída menor que las descriptas anteriormente, al resignar US$ 1,83 y concluir la jornada con un valor de 445,34 dólares.
 
Un dato aportado anteayer -tras el cierre de las operaciones en Chicago- por el Departamento de Agricultura de los Estados Unidos (USDA, en sus siglas en inglés) tuvo mucho que ver con la caída de los precios de la soja. Según el organismo, el 73% de los cultivos estadounidenses se encuentran en estado bueno/excelente. Si bien esta proporción implicó una caída del 1% frente al reporte de la semana anterior, aún quedó por encima del 64% vigente el año anterior para la misma fecha.
 
La bonanza que atraviesan los cultivos en el inicio de las etapas evolutivas, tiende a favorecer una superficie sembrada que se prevé récord, con 33,01 millones de hectáreas cubiertas por la soja en los Estados Unidos. En su informe mensual del 11 del actual, el USDA mantuvo sus previsiones de rinde y de cosecha 2014/2015 en 30,40 quintales por hectárea y en 98,93 millones de toneladas, por encima de los 29,12 quintales y de los 89,51 millones de la campaña 2013/2014.
 
En la medida que el clima continúe acompañando la evolución de los cultivos como hasta ahora, los operadores prevén que la brecha aún vigente entre los precios de la soja disponible (US$ 513,77) y del contrato futuro noviembre (US$ 445,34) tienda a reducirse en sentido descendente.
 
El menor interés de los compradores externos por la soja estadounidense (América del Sur concentra hoy la atención de la demanda) y la tranquilidad que aportó a los industriales la llegada a los puertos de los Estados Unidos de la soja importada (el USDA calculó un volumen récord de 2,45 millones de toneladas), contribuyeron con la tónica bajista de las cotizaciones de la oleaginosa.
 
En el nivel local, las fábricas volvieron a ofrecer $ 2400 por tonelada de soja con entrega inmediata sobre las terminales de San Martín, San Lorenzo, Timbúes, Ricardone, Villa Gobernador Gálvez y de Punta Alvear, sin cambios. Algunos compradores elevaron sus propuestas hasta los 2420/2430 pesos, pero ni así lograron captar la atención de los vendedores, que se mantuvieron casi toda la jornada lejos del mercado.
 
Las bajas externas sí se reflejaron en los puertos del Sur de Buenos Aires, dado que los exportadores ofrecieron $ 2450 por tonelada en Bahía Blanca y $ 2430 en Necochea, 50 y 20 pesos menos que anteayer.
 
En todos los casos, las ofertas de los compradores se mantuvieron por debajo del FAS teórico relevado por el Ministerio de Agricultura de la Nación, que para la rueda de ayer fue de 2593 pesos por tonelada de soja y para la de hoy, de 2567 pesos.
 
Las pizarras del Mercado a Término de Buenos Aires mostraron bajas de US$ 3,80 y de 2,80 sobre los contratos julio y noviembre de la soja, cuyos ajustes fueron de 306,20 y de 308,50 dólares.
 
Respecto del maíz argentino, los exportadores ofrecieron $ 1350 por tonelada con entrega hasta el sábado próximo sobre Bahía Blanca, $ 30 más que anteayer, y $ 1250 por cereal con descarga hasta el lunes, en San Martín, sin variantes.
 
El maíz para entregas diferidas en julio sobre Bahía Blanca se cotizó a US$ 147, sin cambios. El mismo valor fue propuesto en Timbúes y en San Lorenzo, donde implicó una baja de 1 dólar. Las operaciones para agosto se pautaron en US$ 145 en Timbúes, San Lorenzo y en San Martín, US$ 3 por debajo del valor vigente anteayer.
 
En Chicago, las posiciones julio y septiembre del maíz bajaron US$ 0,88 y 1,08, en tanto que sus ajustes fueron de US$ 172,73 y de 170,86. Como la soja, el cereal está bajo la influencia bajista de una campaña que avanza con buen clima para los cultivos.
 
Acerca del trigo argentino, la exportación pagó US$ 250 por cereal con entrega en julio en Timbúes, sin cambios. La mercadería de la próxima cosecha se cotizó a US$ 190 en Bahía Blanca, con una baja de US$ 2. El mismo precio rigió para Timbúes, por grano con 10,5% de proteína.
 
RITMO SOSTENIDO PARA LAS COMPRAS DE LOS MOLINOS
 
En su nuevo reporte semanal de comercialización agrícola, el Ministerio de Agricultura de la Nación relevó compras de trigo por parte de la industria por 97.400 toneladas, por encima de las 86.600 toneladas del informe anterior. S egún el organismo, el volumen total adquirido por los molinos suma 3.159.300 toneladas, un 23,39% por encima de las 2.560.500 toneladas compradas a igual momento del año pasado.
Respecto de la exportación, Agricultura relevó ayer nuevas compras de trigo por 27.700 toneladas, levemente por encima de las 26.000 toneladas del informe anterior. Así, el total adquirido por este sector suma 2.222.800 toneladas, de las cuales se embarcaron 1.173.400 toneladas. Vale recordar que, hasta el momento, el saldo exportable habilitado por el Gobierno es de 1,5 millones de toneladas.