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El ministro Axel Kicillof se esfuerza en Francia para lograr un acuerdo con el Club de París y reabrir la posibilidad de que el gobierno argentino regrese a los mercados internacionales. Pero uno de los hombres que más conoce el Palacio de Hacienda advirtió que si bien es deseable llevar esas negociaciones a buen término, lo ideal sería que Cristina Fernández no tome deuda antes de dejar la Presidencia.
 
"Puede ayudar a terminar de manera relativamente ordenada al Gobierno, pero deja una situación más compleja a quien lo sucede", advirtió Roberto Lavagna. En diálogo con radio 'Mitre', el ex ministro de Economía recordó que desde la reestructuración, la Argentina tiene una "deuda baja", por lo que pueden encontrarse "capitales marginales que con las tasas altas en períodos cortos (que paga la Argentina) pueden venir al país".
 
Pero eso, apuntó, sólo permitiría que "el Gobierno no haga las cosas que tiene que hacer en materia fiscal". "Si eligen el camino de volver a endeudarse, la próxima administración se queda con una deuda alta y de corto plazo", consideró.
 
De todas formas, Lavagna aclaró que "las cosas más relevantes están adentro y no afuera" del país, debido a que al oficialismo "se le está yendo el tiempo" para tomar medidas de fondo que permitan corregir el rumbo económico.
 
"No es por la vía de mayores impuestos que la industria va a arrancar. Piense en el caso del trigo, donde Brasil le compra a Canadá y Estados Unidos, la leche Chile se la compra a Brasil y Nueva Zelanda. En todos los sectores hay un proceso de achicamiento frente la cual el Gobierno no reacciona. Al revés, busca como aumentar la presión fiscal", señaló.
 
En el plano financiero, recordó que los especialistas esperaban un "sacudón" del dólar hacia la segunda mitad del año. "Pero ya hemos tenido y estamos teniendo un sacudón antes de que termine mayo", advirtió.
 
Por último, el ex ministro de Economía de Eduardo Duhalde y Néstor Kirchner advirtió que la presunta pelea entre Kicillof y el titular del Banco Central, Juan Carlos Fábrega, es "una discusión inútil".
 
"No es simplemente manteniendo una tasa de interés alta que se resuelve nada. Simplemente compra tiempo, pero fue menos del que se pensaba. Estuvimos dos meses o dos meses y medio y ya estamos con un nuevo sacudón, lo cual indica que la credibilidad y la confianza están cada vez más ausentes", concluyó.