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Hoy martes comenzó a trabajar la draga china Hang Jun 4011 en el puerto de Quequén luego de permanecer demorada durante una semana por trabas injustificadas realizadas por autoridades aduaneras de Necochea.
 
Integrantes del directorio del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén solicitaron a autoridades nacionales y provinciales que intervengan para solucionar el problema. Pero no lograron nada.
 
La solución llegó por la fuerza: ayer un grupo de sindicalistas de los gremios que operan en las terminales portuarias de Quequén –con excepción de Uatre– realizaron una protesta frente a las oficinas de la Aduana de Necochea (la cual está presidida por el hermano del presidente de la Afip Marcelo Echegaray).
 
Los sindicalistas bloquearon el acceso de ingreso de la sede de la Aduana de Necochea y amenazaron con tomarla por la fuerza. Frente a ese panorama, las autoridades del organismo accedieron a autorizar las obras de profundización de dragado por parte de la draga Hang Jun 4011.
 
Tal autorización, en principio, tiene un plazo de tres días (aunque las tareas requeridas para permitir el ingreso de buques de gran porte al puerto de Quequén necesitan al menos una semana).
 
El puerto –una de las puertas del ingreso de agrodivisas argentinas y principal fuente de ingresos de la comunidad local en temporada baja– está virtualmente paralizado en pleno ingreso de la cosecha gruesa de su zona de influencia (sudeste bonaerense).
 
Las actuales autoridades del Consorcio de Gestión del Puerto de Quequén comenzaron a experimentar algunas dificultades operativas luego de implementar un programa de racionalización de gastos frente a erogaciones excesivas comprometidas por la gestión anterior del dirigente kirchnerista José Luis De Gregorio.