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Frente a un dólar estancando y preocupado por el futuro económico en la segunda mitad del año, el productor inició nuevamente el proceso de retención de granos y entregó a la exportación 10% menos de soja que durante el mismo período del año pasado.
 
“No sé cuál será el dólar para agosto, por eso es que negocio con cautela y eso nos pasa a todos”, responde Carlos, un chacarero de la zona de Río Cuarto, Córdoba, ante la pregunta de este medio sobre por qué hay poca venta de porotos.
 
Los datos son confirmados por las estadísticas del Ministerio de Agricultura que revelan que entre la exportación y la industria llevan comprado 12,8 millones de toneladas (23% del total) contra los 14,2 millones (29%) en la campaña 2012-2013, equivalente a una caída de 10 por ciento.
 
Según publicó Diario Bae, los números también son consignados por el ingreso de camiones diarios a los puertos. Según la Bolsa de Comercio de Rosario, sólo en abril llegaron a los muelles de Rosario 85.597 camiones contra los 87.738 del mismo mes, pero de 2013. En promedio cada camión carga 30 toneladas, lo que significa que el productor entregó 2,56 millones de toneladas frente a los 2,63 millones de hace un año. La baja en este caso es del 2,5 por ciento.
 
Desde la consultora Agripac, su director, Pablo Adreani, señaló que “la incertidumbre del productor es mayor que hace dos meses, lo que quiere decir que la devaluación no le dio certezas y le generó más dudas sobre la continuidad de la economía”.
 
La etapa de estanflación por la que atraviesa la Argentina hace que el sojero venda sólo para pagar las deudas que están dolarizadas y patee para 30 o 40 días los vencimientos en pesos. Esto quiere decir que entregará granos algo más en mayo y luego se sentará sobre los silobolsas.
 
La situación será de un tire y afloje con el Gobierno, dado que es sabido necesita de los dólares para aumentar las reservas del Banco Central. En abril la liquidación de divisas por parte de los exportadores mejoró un 9% respecto del año pasado. El crecimiento encuentra respuesta en los buenos precios, pero no en el volumen que, como se vio anteriormente, es inferior.
 
Pero un tema no menor, y del que el productor es consciente, es que la retención en este momento es peligrosa, dado que los valores del poroto a futuro tienden a caerse para después de julio.
 
La diferencia entre la posición mayo y noviembre (mes en que llega la soja norteamericana) es de 100 dólares.
 
Adreani recordó que “la firmeza actual del precio de la soja en el plano externo tiene que ver con una situación de ajustado nivel de existencias en EE.UU. y donde cada mes se van reduciendo, con lo cual se llegará al empalme con los stocks más bajos de la última década”.
 
Indudablemente por más que ahora el Gobierno coloque el dólar a 10 pesos, el productor seguirá reteniendo sólo por pensar que si está a 10 podría estar a fin de año a 12. Lo que se vuelve una carrera de nunca acabar.