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La FAA denunció este miércoles que la puesta en marcha de los CEDIN, los bonos con los que el gobierno nacional aspira a lograr un blanqueo de dólares, va a facilitar una mayor concentración de la tierra en la Argentina. “El kirchnerismo ha actualizado la letra del tango “Cambalache”. Ahora, en lugar de ser lo mismo un burro que un gran profesor, da lo mismo un Lázaro Báez que un pequeño productor. Llevan diez años corriéndonos del mapa a chacareros y campesinos, con políticas agropecuarias que privilegian a los actores que siembran a gran escala. Y ahora implementan esta medida que permitirá a capitales generados ilícitamente la compra de inmuebles rurales. Este es un premio a los grandes evasores, es una continuidad del modelo del saqueo”, indicaron los dirigentes de la Federación Agraria Argentina.
 
Desde la FAA se recordó: “El resultado de la política kirchnerista para el sector agropecuaria es alarmante. En este tiempo se profundizó la concentración de la propiedad que ya habían generado la dictadura y el menemismo. Y ante el silencio cómplice de las autoridades, ya hay 20 millones de hectáreas en manos de extranjeros. El relato oficial pretendió instalar que hubo un cambio a fines de 2011, con la sanción de la llamada Ley de Tierras, pero todo empeoró. Hoy, la mayor parte de las tierras agrícolas en la Argentina, se sigue trabajando bajo la modalidad de alquiler, por parte de grupos inversores. Esto significa que el uso está aún más concentrado que la propiedad”.
 
Finalmente, las autoridades de la Federación Agraria señalaron: “Desde FAA hemos presentado propuestas como la creación de un Instituto Nacional de Tierras o un Plan Arraigo, hemos impulsado un proyecto de ley de contratos agrarios, para regular el uso de la tierra. Pero el gobierno no debate estas propuestas, al tiempo que mantiene un silencio cómplice ante los desalojos de campesinos o los asesinatos de los Qom, que no logran ni siquiera ser recibidos por la presidenta. Y ahora, permite que los evasores compren campos con los CEDIN. Esta es la verdadera cara del modelo K.”.

Foto: Martín G. Alzaga