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"En un contexto de baja de los precios de los granos, una política a favor de transformación industrial en productos de mayor valor agregado es el mejor reaseguro para el productor", “Lo que es visto por algunos como una amenaza para la producción primaria  puede ser vista también como un factor de oportunidad al transformar la proteína vegetal en proteína animal con el  impacto en toda la cadena agroindustrial que esto implica”, sostuvo el ingeniero agrónomo Guillermo Martini, coordinador de la Corriente Agraria Nacional y Popular (CANPO).
 
"Si a partir de 2003 el Gobierno Nacional hubiera seguido el dictado de los gurúes neoliberales, que exacerban la dependencia económica al marcarnos un destino de proveedores de materias primas sin valor agregado, estos ciclos del mercado de commodities nos pegaría más fuerte aún", agregó Martini.
 
"Mediante un conjunto de políticas públicas de promoción agroindustrial  hemos desarrollado fuertemente la industria avícola, que pasó de 276 millones de cabezas en 2003 a más de 730 millones en 2013, de la mano de una mejora sustancial en el consumo interno de los argentinos y de las exportaciones, que generaron divisas por más de 600 millones de dólares. La faena  porcina también creció significativamente pasando de 2,45 millones en 2003 a 4,80 millones de cabezas.
 
Otros sectores como la industria de los alimentos balanceados, y la de los biocombustibles, muestran  una situación que es significativamente mejor que la que teníamos en 2001. Este fin de semana, por ejemplo,  se acaba de inaugurar una planta de bioetanol en Villa María construida por una cooperativa, y esa es la mejor forma que tiene el agricultor organizado de cubrirse", agregó.
 
"Una matriz productiva diversificada, con producciones de carnes, otras proteínas animales y bioenergía, y bien desplegada en el territorio nacional, es una política fundamental para la defensa del sector ante los vaivenes del mercado", sostuvo.
 
En declaraciones públicas, Martini se refirió también a la retención de los granos, la liquidación de dólares y la necesidad de contar con un ente de intervención en el mercado. "Cuando hace justo seis años se creaba la CANPO decíamos que no podemos dejar en manos privadas algo tan estratégico para la Nación como es la liquidación de los dólares de las cosechas. Aspiramos a generar una” Agencia Nacional de Comercialización” que se constituya en  un instrumento para intervenir en el mercado, no "el mercado", y ganar en soberanía económica. Creemos que el sector público articulado con el movimiento cooperativo y los pequeños y medianos productores organizados pueden ser el contrapeso al poder de las grandes cerealeras multinacionales y los sectores concentrados de la producción", finalizó el coordinador de la CANPO.
 
La CANPO viene desarrollando en todo el país espacios de debate y articulación entre los sectores de la producción, el trabajo, el comercio, el transporte y el sistema cooperativo con el propósito de poner en marcha una “Agencia Nacional de Comercialización” de capitales mixtos para la comercialización de granos; guiados por la certeza qué ha de ser el Estado el ente que regule si se quiere garantizar el interés general.
 
"Entendemos que la construcción de una alternativa para la 'comercialización agroindustrial' no se resuelve únicamente con encontrar las estructuras correctas sino que la tarea central radica, precisamente, en la construcción de una fuerza social cuya correlación de fuerzas sea favorable para avalar, exigir e impulsar dicha iniciativa", aseguró la organización.