NOTICIAS Y VIDEOS /

En el último tiempo se ha hablado mucho sobre el aumento de la producción de sésamo, promoviéndolo como un maravilloso rubro de la agricultura familiar. Se ha resaltado la necesidad de aumentar el área destinada a su cultivo, pero se ha pasado por alto el verdadero problema que enfrenta nuestro país: el rendimiento por hectárea, según publicó El Cronista.
 
La tierra es un bien inelástico por excelencia, por lo que aumentar la superficie de siembra, para el pequeño productor, no resulta realmente fácil. En cambio, volver al rendimiento alcanzado en la zafra 2000/1 sí es factible.
 
Los datos provistos por el MAG reflejan que el mejor año para sésamo ha sido durante la zafra 2000/1, en que se presentó un rendimiento de 1.209 Kg/Ha. Desde ese año, el rendimiento ha venido disminuyendo a pasos agigantados, alcanzando en la zafra del 2005/6 893 Kg/Ha y en la última zafra, escasos 435 Kg/Ha.
 
El precio del sésamo en el mercado hindú, a abril de 2014, se ubica alrededor de u$s 1.500 por tonelada. Si bien es menor al disparado en febrero del 2013 (aproximadamente u$s 2.800 por tonelada), sigue siendo mucho mayor que el precio por tonelada de la soja (u$s 560).
 
Haciendo un pequeño análisis, a precios actuales del sésamo y con el rendimiento de 1.209 Kg/Ha (el de la zafra 2000/1, valga la redundancia), el rendimiento monetario sería de u$s 1.813,5 por hectárea, ampliamente superior a los u$s 652 que se obtiene en la actualidad.
 
Si se realiza un comparativo entre el rendimiento monetario por hectárea de la soja y del sésamo, el segundo superaría al primero en u$s 358. Esto teniendo en cuenta el precio corriente y el rendimiento por hectárea de la soja, según la Capeco.
 
Según el especialista, licenciado Rodolfo Aguilera, el menor rendimiento se debe a que el sésamo, como toda oleaginosa, extrae demasiados nutrientes del suelo. El productor no fertiliza el suelo, por lo que este se empobrece al no serle devuelto todos los nutrientes perdidos año tras año.
 
"El Estado, a través de las empresas exportadoras, promueve una mayor producción, pero no provee al productor de los recursos necesarios para adquirir fertilizantes; que son necesarios para que el cultivo aumente y mantenga un mayor nivel de productividad. Es como si fuera que se tiene una vaca Holando, que debería producir 40 litros de leche por día, pero no se le da de comer, por lo que apenas produce de 5 a 6 litros. Es política del Estado nada más. Las instituciones que deben tomar las decisiones probablemente desconocen estas condiciones", aseguró Aguilera.