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El martes pasado –último dato informado hoy por la Commodity Futures Trading Commission– la posición neta especulativa en futuros y opciones de maíz fue de 325.344 contratos versus 291.697 contratos la semana anterior (ver gráfico). Se trata el valor más elevado desde octubre de 2012.
 
La principal variable alcista es el factor climático estadounidense: muchos temen que las bajas temperaturas que se están registrando en buena parte del Midwest impidan la siembra de parte del área programada para maíz (la implantación del cereal en EE.UU. se realiza entre abril y mayo).
 
No es una buena noticia si se tiene en cuenta que el área de siembra de maíz en EE.UU. prevista por el USDA –sin inconvenientes climáticos de por medio– es para este año un 4% menor a la de 2013.
 
Y todo eso sucede en un escenario internacional súper demandante de maíz. Al 27 de marzo pasado, según los últimos datos publicados por el USDA, EE.UU. ya había comprometido embarques de maíz por el 100% del saldo exportable de 41,2 millones de toneladas previsto para el ciclo 2013/14 versus un 80% en el promedio de los últimos cinco años para esa misma fecha.
 
En el caso de la soja –que en las últimas semanas experimentó un salto promovido por los bajísimos stocks presentes en EE.UU. luego de sobrevender el saldo exportable 2013/14– los operadores especulativos se muestran mucho más cautos.
 
El martes pasado la posición neta especulativa en futuros y opciones de soja del mercado de Chicago fue de 203.288 contratos versus 192.259 contratos la semana anterior.
 
Las posiciones netas surgen de la diferencia entre las posiciones compradas (“long”, que fijan un precio techo y por ende apuestan a un mercado alcista) y las posiciones vendidas (“short”, que fijan un precio piso y por lo tanto apuestan a un mercado bajista).