NOTICIAS Y VIDEOS /

Por Merino Soto, Diario BAE.- Cada vez más se construyen máquinas automatizadas en su funcionamiento. La precisión sigue mostrando el camino de lo que día a día salen de las fábricas. El hombre dejó su lugar a sensores que logran mayor exactitud a la hora de hablar de rendimientos por hectárea.
 
Un trabajo elaborado por la Red del Proyecto Agricultura de Precisión y Máquinas Precisas del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA) señaló que las máquinas del futuro vienen creciendo con un completo sistema de equipamiento conformado por: software, GPS, monitores de calidad, todas soluciones tecnológicas integrales que hacen que sea muy similar a tener un robot en el campo.
 
El análisis sostiene por ejemplo que en el rubro sembradoras, el mercado exige máquinas para gano grueso (soja por trigo). En este punto, el fertilizante será cada día menos decisivo para su adquisición. Y es que los productores entendieron que su aplicación en bajas dosis se da en su gran mayoría en soluciones líquidas o en microgranulado concentrado.
 
En líneas generales, los marcadores mecánicos desaparecerán de las nuevas máquinas para ir camino a un alto porcentaje de tractores con autoguía
 
En lo que se refiere a las cosechadoras, todo indica que se buscará aumentar el tamaño de la tolva, lo que permitirá más capacidad de trilla y limpieza. Todas equipadas con monitor de rendimiento satelital con automatismos electrónicos de regulación de las principales variables que exigen los cultivos y condiciones cambiantes.
 
También crecerá la demanda de conectividad del monitor de la máquina con una nube web para interactuar en tiempo real con una PC.
 
Otras de las tendencias tiene que ver con el riego y donde las inversiones que se ven están más ligadas a la eficiencia en el uso de la energía, en el agua efectiva aplicada y aprovechada en usos como fertirrigación y en el manejo computarizado a distancia vía celular.
 
En definitiva, la inteligencia artificial supera al hombre a la hora de tomar una rápida decisión. Y es que las máquinas del futuro serán un 100% con una gran dotación de inteligencia electrónica. En su gran mayoría tendrán mucha más información cargada para resolver problemas en tiempo real que requieren regulación automática. Eso el hombre no lo puede hacer instantáneamente, es imposible.
 
En pocas palabras, habrá muchas máquinas automatizadas y pocas personas controlando. Trabajarán solas por el campo sin operario, al igual que lo que hace hoy un operario de una fábrica donde sólo controla que las máquinas cumplan su función.
 
La maquinaria agrícola de los próximos diez años será un robot muy inteligente y extremadamente preciso y amigable con los usuarios.
 
Silobolsa
 
La retención de los granos en el campo por medio de los silobolsas cada vez estarán más seguros.
 
Comienzan a aparecer innovaciones para el monitoreo y gestión de los granos con sensores infrarrojo de gases (CO2), GPS incorporado, data loger y lectura de etiquetas. Todo lo necesario para minimizar los riesgos de pérdidas y que permitan no sólo mantener la calidad sino y principalmente una mayor duración en el campo.
 
Foto: Martín G. Alzaga