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Un informe elaborado por Granar señaló que hubo un "noviembre más seco". "A lo largo del mes de noviembre fuimos comentando en distintos informes sobre el espaciamiento entre sistemas precipitantes. Este comportamiento se reflejó en acumulados mensuales que concentraron la sobreoferta de agua en una zona más reducida que lo que se había concretado en octubre. Incluso se pudo observar un aumento del sector donde las precipitaciones estuvieron por debajo de los valores normales. La transición de noviembre para diciembre, sin embargo, fue nuevamente muy húmeda y esto ha impactado negativamente sobre las labores de implantación", expresó.

"En el noreste del país, el pasado mes una mejora en los acumulados pluviales pero sin lograr remontar las deficiencias hídricas promovidas por la falta de agua en el bimestre previo, fundamentalmente en la zona algodonera. En la provincia de Chaco las lluvias promediaron registros entre los 80 y los 100 milímetros, marca que solo de manera local pudo haberse superado. Esta oferta de agua queda por debajo de lo esperado para la zona, por lo cual el trimestre de primavera resultó muy desfavorable para la región del domo central, recibiendo apenas el cincuenta por ciento de los valores estadísticos. Normalmente en este sector el mes de noviembre muestra un crecimiento destacado de las precipitaciones, alcanzando registros de hasta 150 milímetros. Esto define una coyuntura ajustada en el inicio de esta campaña que claramente queda vulnerable a las deficiencias hídricas", siguió el informe.
En tanto, Granar informó que "los máximos principales se han ubicado en el sudoeste de Córdoba, las vecindades de San Luis y en sectores del oeste de Buenos Aires. Estos máximos no se condicen con las necesidades hídricas de estas zonas y en muchos casos han fortalecido los anegamientos existentes o han provocado nuevos. Los espejos de agua en las zonas inundadas comienzan a imponer un mecanismo de retroalimentación positiva, que en general favorece que las lluvias se ubiquen por encima de lo normal".
 
"La zona con lluvias por debajo de los valores normales, ya observada en el norte del país durante octubre, se extendió hacia el centro de Córdoba, Santa Fe, todo Entre Ríos y la costa bonaerense, lo cual define el efecto producido por el bloqueo de los sistemas frontales sobre el centro sur de la región pampeana, observándose una sobreoferta de agua en esta última región y deficiencias pluviales hacia el noreste. El NOA con menos dependencia de los sistemas frontales que avanzan desde el sur, presentó un comportamiento  pluvial más acomodado, incluso con lluvias destacadas en el extremo norte de Salta", añadió.

En ese sentido, explicó que "la transición de noviembre para diciembre nuevamente presentó un cambio hacia precipitaciones abundantes y en particular en zonas ya muy expuestas a los excesos hídricos. La máxima oferta de agua en una franja que desde toma gran parte de La Pampa y el centro de Buenos Aires. En varias localidades ya se ha superado la barrera de los 100 milímetros. Es decir, la primera semana de diciembre ya perfila a vastos sectores de la región pampeana hacia una destacada sobreoferta de agua. Por otra parte se aprecian lenguas con lluvias más modestas que desde el sur de Córdoba se extienden incluso hasta el norte de Buenos Aires, reconociéndose también al norte del país con una oferta de agua pobre".

"Las últimas lluvias han sido particularmente beneficiosas para Entre Ríos, fundamentalmente en el norte y el este de esta provincia. Si bien en algunos departamentos del este se han observado eventos con acumulados pluviales muy destacados (por arriba de los 100 milímetros), para gran parte de la zona maicera principal de la provincia, el oportunismo de las precipitaciones es innegable y proyecta un paso muy satisfactorio para la floración de los lotes que pudieron sembrarse temprano. La falta de precipitaciones o las lluvias modestas  en el sur de Córdoba, parece ser una condición circunstancial y por el momento no puede considerarse como un indicador de lo que puede suceder con las precipitaciones en el próximo bimestre", sostuvo.

Y manifestó que "en cuanto al comportamiento térmico y a pesar de un comienzo de mes muy cálido, el devenir de noviembre fue acomodando las marcas térmicas hasta ajustarse a promedios mensuales cercanos a los normales. Igualmente la influencia de aquella primera semana donde en muchos sectores se alcanzaron máximas récord para el mes de noviembre, se notó en el resumen del mes, dejando un predominio de desvíos positivos. En las temperaturas mínimas sucedió algo similar, exceptuando el sur de la región pampeana, donde en la primera quincena se observaron enfriamientos de importancia sin que lleguen a concretarse heladas. Esto diferenció el sur de la región pampeana del resto de las zonas agrícolas. Al tiempo que llegaron las precipitaciones en la segunda quincena, el patrón térmico se fue ajustando a las marcas esperadas para noviembre".
"De acuerdo al diagnóstico climático del último período y al análisis de los principales indicadores de escala global y regional, proyectamos el siguiente comportamiento pluvial y térmico para el próximo bimestre:

1. El fenómeno de El Niño está neutralizado y no cuenta como indicador para justificar las anomalías pluviales en el sudeste de Sudamérica.

2. El calentamiento del Atlántico y la dinámica de la circulación del noreste definirán la oferta de agua para la región pampeana. En general se espera que se sostenga la buena provisión, la cual por sectores será excesiva (recordar las zonas que ya sumaron 100 mm), El centro oeste y el sur de Córdoba como así también el sur de Santa Fe y parte del norte de Buenos Aires, ingresarán a la segunda quincena algo mas exigidos, pero con buenas chances de lograr una provisión de agua satisfactoria.

3. Las zonas que no están anegadas tienen una performance para maíz muy favorable. Los maíces sembrados temprano tienen prácticamente garantizada el agua para la floración.

4. La transición diciembre enero impone el comienzo de un periodo donde las exigencias atmosféricas son máximas. Son probables las olas de calor e incluso los períodos secos. Aquí tomarán valor las reservas que se han acumulado y el fortalecimiento que las mismas puedan lograr en la segunda quincena de diciembre. Un arrastre positivo de reservas de diciembre a enero, encaminaría muy favorablemente la campaña de soja. Este es un escenario probable.

5. Los eventos de tiempo severo con altos acumulados pluviales no pueden descartarse. Los mismos han aumentado su frecuencia y pueden reaparecer en enero y febrero. Dentro del trimestre diciembre febrero los mismos no tienen una zona donde especialmente puedan concretarse u otras que queden liberadas de estos fenómenos. Lo que si puede decirse es que los últimos han sido discrecionales y en escala relativamente reducidas.

6. Más allá de que durante los próximos meses puedan aparecer condiciones atmosféricas exigentes, incluso con períodos secos temporarios, el escenario más probable para el patrón pluvial de gran escala es el que sostiene las lluvias normales como piso. Es decir, es más probable que prevalezcan áreas con desvíos positivos de las lluvias  a que se concreten otras con  deficiencias pluviales.

7. Resulta menos claro lo que puede suceder en el NEA. La segunda quincena de diciembre puede mostrar señales de cómo evolucionará este sector agrícola. Un fracaso de las lluvias de diciembre puede resultar muy negativo para la zona. El NOA por su parte tiene todo a favor para mostrar un aumento en el volumen de las precipitaciones", finalizó.

Foto: Infocampo.com.ar