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Por: Silvia Peco

El Gobierno restableció los descuentos de invierno en las facturas de luz y gas para los usuarios que no perdieron los subsidios. La decisión se tomó por la Resolución 2.200 del Enargas de mediados de junio, en tanto el ENRE (Ente Regulador Eléctrico) recién firmó los cuadros tarifarios el jueves pasado. Esto significa que los consumidores que pagaron consumos de mayo y junio tendrán créditos a su favor a descontar de las próximas facturas, además de los que correspondan de los bimestres anteriores.

La marcha atrás del Gobierno se da pese a un contexto de dificultades fiscales, siendo que los descuentos que se reponen no afectan a las empresas prestadoras, sino a lo que percibe el Estado por el cargo del gas importado y por el precio mayorista de la energía considerando el costo de los combustibles líquidos en la generación eléctrica. La razón de restablecer los beneficios de invierno sería entonces evitar el malestar del público en momentos en que empiezan a advertirse signos de desaceleración económica.

A fines de 2011, cuando se decidió la eliminación de los subsidios para algunas zonas del país consideradas de alto poder adquisitivo, el Gobierno también decidió eliminar las bonificaciones invernales en gas y luz para el universo de usuarios que siguen subsidiados. Llamativamente, los descuentos se establecieron en agosto de 2009 con carácter retroactivo a junio debido al descontento de los usuarios de todo el país y a la proliferación de recursos judiciales contra el Decreto 2.067. La decisión de quitar esas bonificaciones fue notoria en el caso del gas, porque ya desde enero de este año todos los consumidores empezaron a recibir facturas con aumentos del 100% al 200% con relación con igual bimestre del año anterior. Esto fue así porque el Enargas presidido por Antonio Pronsato ordenó a las distribuidoras calcular el costo del gas importado o del Decreto 2.067 para todo el año, sin los descuentos de invierno, y prorratear el total en los seis bimestres para atenuar el impacto por el consumo de los meses más fríos.

Esto significa que desde las facturas del primer mes del año, los usuarios vienen pagando por el consumo de invierno que ahora vuelve a ser igual al del año anterior. Las bonificaciones en el caso del gas son:

Los hogares de categoría R3 1 y R3 2 con consumos de hasta 1.500 metros cúbicos anuales (considerando los últimos seis bimestres) tienen bonificado el costo del gas importado fijado por el Decreto 2.067 de 2008 entre mayo y septiembre.

Los hogares de las categorías R3 3 y R3 4 con un consumo anual superior a 1.500 metros cúbicos tienen bonificado en un 100% el costo del gas importado en junio y julio, y en un 70% en agosto y septiembre. Para los usuarios que siguen subsidiados, el gas importado tiene un costo de $ 0,050 por metro cúbico más IVA si el consumo anual es de 1.001 a 1.250 metros cúbicos, y de $ 0,135 para los que gastan de 1.201 a 1.500 metros cúbicos. Esos consumidores sólo pagan ese precio entre octubre y abril.

Para los que consumen de 1.501 a 1.800 metros cúbicos en el año, el costo del gas importado con subsidio es de $ 0,190 por metro cúbico, y para los que gastan más de 1.800 metros cúbicos, el precio es de $ 0,27. Pero en ambos casos en junio y julio no pagan este concepto y en agosto y septiembre sólo abonan el 30%.

La diferencia es espectacular con una casa de familia ubicada en las zonas con quitas de subsidios: en esos casos se paga el costo del metro cúbico importado sea cual fuere el nivel de consumo anual, y el precio de cada metro cúbico usado en el bimestre cuesta desde $ 0,087 para los consumos mínimos de hasta 300 metros cúbicos anuales y hasta $ 0,94 para los que gastan más de 1.800 metros cúbicos anuales.

Esto significa que en el caso extremo de un hogar en un área sin subsidio que consume más de 1.800 metros cúbicos anuales de los cuales 600 los gasta en junio y julio, paga $ 564 más $ 118,4 de IVA por el costo del gas importado, mientras la misma casa en una zona con subsidio directamente no tiene ese rubro, porque está bonificado en un 100%. En el caso de las facturas de las distribuidoras Edenor y Edesur cuyas tarifas son fijadas por el ENRE debido a que dependen del Estado nacional, desde marzo se está aplicando un factor de estabilización que, al igual que con el gas, busca que el usuario pague más en los meses de menor consumo para atenuar el impacto de bolsillo en los de mayor gasto. El objetivo era sobre todo paliar el gasto de invierno que afecta a los hogares sin gas natural y en general los más empobrecidos del conurbano.

Sin embargo, al dar marcha atrás, el Gobierno volvió a fijar el costo del kilovatio en los mismos valores del invierno pasado. Así, en una casa de familia que usa entre 1.001 y 1.200 kilovatios por bimestre, el valor por unidad es de $ 0,057 en junio y julio, de $ 0,070 en agosto y septiembre y de $ 0,100 entre octubre y mayo. Si el consumo es de 1.401 a 2.800 kilovatios bimestrales, el kilovatio cuesta $ 0,149 de octubre a mayo, y baja a $ 0,059 en junio y julio, y a $ 0,086 en agosto y septiembre. En este caso, no se puede comparar el precio del kilovatio en las zonas con quita de subsidio, porque todavía el ENRE y las distribuidoras eléctricas no publicaron los cuadros tarifarios en sus sitios de internet.