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 Horas después de confirmar a los periodistas que USA había detectado un cuarto caso de la enfermedad de la vaca loca, John Clifford se mostró presto a responder las preguntas del mundo sobre la seguridad de la carne vacuna de USA, informa Reuters.

 Clifford, el veterinario jefe del Departamento de Agricultura, pidió con urgencia lo comuniquen con sus pares de México y Canadá, los 2 principales compradores de carne vacuna de USA para hablarles de una vaca encontrada en California que presentaba un "atípico" caso de la enfermedad neurodegenerativa.

 Tras haber asumido su cargo en mayo de 2004, apenas 6 meses después de que el primer caso de la encefalopatía espongiforme bovina (EEB) fuese descubierta, Clifford es consciente de que el rápido intercambio de información en las próximas 24 horas -y en las próximas semanas- será vital para tranquilizar a los consumidores, tanto nacionales como extranjeros.

 "Es de vital importancia para la confianza y el mantenimiento del comercio entre esos países", dijo Clifford en una entrevista, tratando de anticiparse a las preocupaciones acerca del ganado que podría mandar nuevamente al tacho a una industria de miles de millones en USA.

 El primer capítulo de vacas locas a finales de 2003 causó pérdidas en concepto de ingresos malogrados por US$ 3 mil millones en ingresos por exportaciones de carne vacuna. El comercio exterior de USA no se recuperó completamente hasta el 2011.

 Dos casos más siguieron, el último en 2006. Pero desde que la enfermedad fue descubierta en 1986, la incidencia internacional de la EEB se ha reducido drásticamente a sólo 29 casos el año pasado, por debajo de su pico en 1992 de más de 37.000.

 "Creo que hemos recorrido un largo camino desde entonces, y creo que es importante que nuestros socios comerciales en el mundo comiencen a tratar la enfermedad de la manera en que debe ser tratada", dijo.

Foto: Martin G. Alzaga