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Por MATÍAS LONGONI

Pura especulación y un abierto desafío de la cadena productiva al secretario Guillermo Moreno explican los insólitos faltantes de yerba en el país del mate. El producto no escasea sino que sobra. Pero el consumidor no lo encuentra o debe pagarlo a precios absurdos en medio de un sainete que incluye una visible interna dentro del gobierno nacional.

La escasez de yerba comenzó a partide de fines de marzo, luego de que el ministro de Agricultura, Norberto Yauhar, accediera a un reclamo de los productores de Misiones. La yerba es el único cultivo en que el Estado (por ley de 2001) puede definir precios mínimos. Y, para que los colonos no sigan trabajando a pérdida, Yauhar “laudó” un alza sustantiva. La hoja verde pasó de valer 90 centavos a 1,70 pesos por kilo. La “canchada” (seca) aumentó de 3,30 a 6,70 pesos.

Ese incremento, que rondó el 100%, debía tener algún impacto en las góndolas . Fue lo que pretendió el sector industrial al enviar a la cadena comercial una nueva lista de precios con subas del 60% . Así, el kilo –que en promedio se vendía hasta entonces a $ 11,50– debía pasar a valer entre 18 y 20.

Pero un Moreno receloso hizo su propia lista y autorizó aumentos de solo 9% . De inmediato empezó la falta de yerba. No porque no haya disponibilidad (Agricultura estimó un stock suficiente para 7 meses de consumo). Sucedió que la cadena comercial no aceptó los nuevos precios . Ayer un comunicado de Agricultura destacó que “se está verificando que los supermercados no están mandando órdenes de compra a la industria”.

De todos modos, esa resistencia forzada por Moreno ya había comenzado a quebrarse: en grandes cadenas, por caso, la mayoría de las marcas no baja de 20 pesos .

A las peleas visibles se sumó ayer la presión del gobierno de Misiones. Y es que los industriales le reclamaron que interceda para que Moreno acepte los nuevos valores. De lo contrario, afirman, deberían pensar en “suspender personal” .

Si al final se confirma la suba, se necesitará cerca de $ 1 para llenar un mate con 50 gramos, el promedio de consumo diario. Comparado con otros precios (como el de una gaseosa) no parece mucho. Sin embargo, el aumento y la escasez de yerba provocó un mal humor social evidente, en especial porque el producto impacta más en las capas de menores recursos.

Fotos: INTA