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En Argentina, las heladas ocurridas a comienzos de semana acentuaron las preocupaciones por mayores pérdidas en los lotes de las regiones afectadas (principalmente la zona central del país), sumándose a las especulaciones en torno al no alcance de rindes potenciales producto de las escasez de lluvias durante los meses de agosto y septiembre.
 
Observando un mapa que refleje el balance hídrico de los suelos, se puede observar claramente un deterioro de la humedad a medida que nos trasladamos desde el sur de Buenos Aires (principal región productora del cereal) hacia el norte de la provincia y del país. Ya en el extremo de la región agrícola, en las zonas del NOA y NEA, la situación de los suelos es preocupante y no se espera llegar a niveles promedio de rinde, sino todo lo contrario, registrar importantes pérdidas de producción.
 
Las heladas en la región central del país (Córdoba, Santa Fe y norte de Buenos Aires), pueden haber dañado aún más las perspectivas de producción, aunque sus efectos aún o han sido confirmados. A pesar de ello, el mercado reaccionó rápidamente, mostrando importantes subas de precios que llegaron a máximos diarios en el Mercado a Término de Buenos Aires (MATba).
 
La disparidad de las estadísticas de área sembrada, es un nuevo factor de incertidumbre al momento de proyectar los niveles tentativos de cosecha 2013/14. Desde la Bolsa de Comercio de Buenos Aires (BCBA)se proyecta un área nacional de 3,9 mill.ha. mientras que el Ministerio de Agricultura (MinAgri) recortó su estimación a 3,4 mill.ha. en su último informe mensual de septiembre.
 
Clima, área, calidad y escasez de mercadería física, son algunos de los factores que sostienen al mercado de trigo doméstico y acentúan la especulación entre los productores, que no presentan gran interés por desprenderse del grano o hacer ventas diferidas.
 
El mercado internacional de trigo también se mostró activo afectado por las noticias climáticas argentinas y la firme demanda de China. En un contexto de sostenido interés mundial por el cereal, comentarios desalentadores de producción de países que participan de la oferta exportable mundial, indudablemente afectan al mercado. Tal fue lo sucedido esta semana en el mercado de Chicago donde el contrato con entrega diciembre ganó más de un 5% superando los 250 U$S/tn.
 
La firmeza del cereal logró quitar parte de la atención puesta sobre la evolución de la cosecha de maíz y soja en EE.UU. Según datos del Ministerio de Agricultura de EE.UU. (USDA, por sus siglas en inglés) al 22 de septiembre, la recolección presentaba un marcado retraso y cubría sólo el 7% del área de maíz y el 3% de soja.
 
Al momento los reportes de rindes son alentadores, pero el mercado mostró cierta preocupación por la estabilidad que mostró la cantidad de lotes de soja en condición de buena a excelente en EE.UU. Tras una semana de clima favorable, se aguardaba una mejora en la cifra que actualmente se ubica en 50%, sin embargo, el USDA no realizó cambios esta semana alentando especulaciones en torno a que las precipitaciones observadas no habrían sido suficientes.
 
Con el retraso que presentó la siembra de maíz y soja norteamericana, era de esperarse esta demora en la recolección. Por tal motivo, se estima que, a diferencia de otros años, el fuerte de la presión de cosecha se observará de lleno en el mes de octubre.
 
En un contexto de ajustada oferta doméstica, el retraso en la recolección sostiene al mercado. El próximo lunes, el USDA publicará su informe trimestral de stocks, en el cual las cifras de soja y maíz, coincidirán con las finales del ciclo 2012/13. Se espera un mercado atento a estas variables, que definan el volumen de stocks con los que EE.UU. iniciaría la campaña nueva.

Foto. Martín G. Alzaga