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“El fortalecimiento de las instituciones y el diálogo permanente, será el camino para superar las diferencias y los conflictos, tanto en lo político como en lo gremial. No nos dejemos seducir por el individualismo y la indiferencia”, sostuvo el directivo, considerando que “siempre es necesaria la participación activa de todos los actores, no sólo en la faz empresaria, sino también en el seno de las comunidades donde nos encontramos insertos”.
 
Las instalaciones del Club Del Valle fueron escenario del encuentro, donde Galella puso de relieve el fecundo presente del Centro de Acopiadores de Cereales, dando paso a la emoción en algunos pasajes de su mensaje, principalmente, cuando recordó a los precursores de la entidad.
 
“Si bien los 75 años son muchos, no implican por si mismo la trascendencia de una institución. En nuestro caso, significa asignar el mérito al valor de la historia, el compromiso y la coherencia de quienes nos precedieron”, manifestó.
 
Previo al discurso de Galella, formuló un saludo el presidente del Centro de Acopiadores de Cereales de Paraná, Roque Trípodi, mientras que también fueron entregadas plaquetas de reconocimiento a asociados a la entidad.
 
Entre otros, estuvieron presentes el presidente de la Federación de Acopiadores de Cereales, Roberto Riva; el presidente de la Cámara Arbitral de la Bolsa de Cereales de Buenos Aires, Jorge Viola; el intendente de San Cayetano, Miguel Angel Gargaglione; el presidente del Consorcio de Gestión de Puerto Quequén, José Luis De Gregorio; la secretaria de Gobierno de Necochea, Ana Asa; concejales; empresarios de firmas de acopio de granos, etc.
 
 
 
Coherencia y tenacidad
 
“El compromiso institucional asumido por las sucesivas administraciones es el fruto de la coherencia y la tenacidad que se buscó para alcanzar el bien sectorial antes que individual, dando mucho de su tiempo a favor de la institución y convirtiéndose en una hoja de ruta para las siguientes generaciones”, sostuvo Galella.
 
Visiblemente emocionado, el directivo evocó las figuras de Humberto Primo Forner -asumió la presidencia en 1948 y se retiró de la actividad en la entidad en 1988-; de Alberto Bretschneider y de Angel Balsa.
 
Por otra parte, Galella afirmó que una “importante decisión” fue construir el nuevo edificio en la avenida 59, no sólo para el uso de la entidad, sino para la comunidad en general.
 
“El objetivo ha sido cumplido con creces: en los últimos siete años, el promedio de asistencia de público al salón auditórium ronda las 4.000 personas por año”, indicó.
 
Asimismo, Galella enumeró las acciones propiciadas por el Centro de Acopiadores en favor de instituciones locales y de la zona, aportes a comedores escolares, cooperadoras de hospitales y, especialmente, a las escuelas. En este sentido, hizo referencia a la donación de 12.700 libros de texto de nivel primario, además de 40.000 ejemplares del material plantando la semilla.
 
Al dirigirse a los asociados, el directivo vislumbró “momentos difíciles”, pero se mostró optimista al subrayar que “siempre se superaron con el esfuerzo, el acompañamiento y el compromiso de todos”, para exhortarlos a “hacer el esfuerzo de luchar por nuestro bien, pero no renunciemos a trabajar y dar algo de nuestro tiempo para la defensa del bien común, haciendo realidad la responsabilidad social empresaria que nos toca”. 

Foto: Ecosdiarios.com