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Desde las 16, el bloque del Frente para la Victoria tratará en las comisiones de la Cámara Baja emitir los dictámenes de los proyectos económicos que el Gobierno pidió para antes de las elecciones del 27 de octubre.
 
Los votos para aprobar el proyecto de prórroga de Impuesto al Cheque, como los del resto del paquete -Presupuesto 2014, Ley de Emergencia Económica, entre otros- están justos. Probablemente no haya sorpresas a la hora de los dictámenes, pero el problema es cuando las iniciativas del Ejecutivo pasen al recinto, que se estima que será el próximo miércoles 25 de septiembre. Es que la fuga de varios diputados tras los resultados en las elecciones primarias desinflaron los votos del oficialismo en el Congreso.

 
Así lo entendió la presidenta del bloque de diputados del GEN y candidata del Frente Progresista, Margarita Stolbizer, que vinculó la "urgencia" del tratamiento del Presupuesto y estos proyectos con "la medición que tiene el oficialismo sobre el drenaje de miembros del bloque oficialista y aliados, lo que pone en riesgo la posibilidad de reunir el número para su aprobación".
 
En este marco, sectores de la oposición especulan con avanzar pidiendo la coparticipación total del tributo. Ello complicaría a la propia tropa kirchnerista, que en un contexto de debilidad, debería rendir cuentas en sus provincias de no acompañar esa iniciativa.
 
Según Ámbito Financiero, las provincias en público siguen alienadas con el Gobierno, pero por lo bajo alientan la pelea. Se trata de una diferencia de $ 32,250 millones a repartir entre los complicados distritos.  Actualmente, el Gobierno se lleva por el Impuesto al Cheque el 80% de los recursos recaudados por ese concepto.
 
Inclusive, el diputado de la UCR de Mendoza, Enrique Vaquié, alertó ayer que para prorrogar el Impuesto al Cheque se requieren los votos de la mayoría absoluta de las Cámaras”.
 
"Me gustaría ver qué legisladores que vuelven a sus provincias y le dicen a las personas que defienden sus intereses ayudan al oficialismo a conseguir la mitad más uno de los votos que necesita para aprobarlo y para reforzar su sistema unitario de gobierno", fustigó el legislador. Y propuso que lo recaudado por este impuesto se distribuya de acuerdo al sistema general de coparticipación de impuestos, con lo cual el gobierno nacional se llevaría el 34,2 por ciento, la Anses el 15 por ciento, los A.T.N. el 0,8 y el consolidado de provincias el 50 por ciento.
 
Sin embargo, en la bancada de Juliana di Tullio aseguran que los votos están. Es que el FpV se sustenta en la doctrina que el kirchnerismo aplica cada vez que necesita prorrogar estos impuestos económicos. Entiende que para hacerlo no necesita mayorías especiales (como sí exige la Constitución en el caso de la creación o modificación de tributos), sino mayoría simple: es decir, tener más apoyos que la oposición al momento de votar. Un mecanismo que ya ha sido aceptado por sus adversarios en el pasado.
 
Números
 
El Gobierno contaría con 127 votos seguros a favor, pero le estarían faltando dos para alcanzar una mayoría simple (129) en caso de que todos los diputados asistan al recinto.
 
Entre los dudosos, se cuenta al diputado José Brillo, quien ahora pertenece a la facción más díscola del Movimiento Popular Neuquino (MPN). Aunque un intercambio con el gobernador Jorge Sapag podría hacerlo jugar a favor de Cristina Kirchner. En una situación similar se encuentra otro miembro del MPN, Jorge Garramuño, quien en varias ocasiones coqueteó con la idea de condicionar su voto.
 
Por su parte, Rubén Sciutto ya anunció que dejará el Frente para la Victoria para incorporarse al Frente Renovador de Sergio Massa. Sin embargo, todavía existe la posibilidad de que permanezca en calidad de independiente, lo cual sería permeable a negociaciones entre bloques.
 
Pese a estas voluntades volátiles, el kirchnerismo cuenta con un menú de legisladores que han jugado a su favor en otras oportunidades. Son los casos de Jorge Yoma, Facundo Moyano, Omar Plaini, Blanca Blanco de Peralta y Mauricio Ibarra.


Foto: Infobae.com