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En las principales localidades y departamentos de la pampa húmeda el oficialismo perdió en los comicios del domingo pasado al menos por 20 puntos porcentuales respecto de las elecciones de 2011.
 
Lugares como Marcos Juárez, Pergamino, Venado Tuerto, Tandil o General Villegas, cuyas economías tienen una fuerte influencia de la actividad agropecuaria, resolvieron darle la espalda en esta oportunidad al Frente para la Victoria (FPV) y se inclinaron por las distintas ofertas de la oposición.
 
"Hubo un claro voto antikirchnerista", dijo a LA NACION el presidente de la Federación Agraria Argentina (FAA), Eduardo Buzzi. "En mi pueblo -J.B. Molina, en el sur de Santa Fe-, donde viven chacareros, el FPV salió tercero, cuando en 2011 Cristina Kirchner estuvo cerca de ganarle a Hermes Binner , gobernador de Santa Fe, que iba de candidato a presidente", recordó el dirigente.
 
Para Buzzi, los pueblos del interior están atravesando una crisis. "La economía está estancada, los comercios no venden y, además, la gente está cansada de la corrupción y de la soberbia del Gobierno", añadió.
 
En 2011, cuando el kirchnerismo había triunfado en gran parte de la pampa húmeda, muchos interpretaron que el "campo" había traicionado a quienes lo habían apoyado durante el conflicto con el Gobierno por la resolución 125 de 2008.
 
Los dirigentes rurales rechazaron esa acusación y explicaron que, aunque los productores agropecuarios no votaron por el Gobierno, la población rural sí lo había hecho porque percibía que su situación económica había mejorado.
 
"Preferimos hablar de una ruralidad urbana, no sólo de los productores; es la que ahora está viendo los resultados malísimos de la política económica", opinó el presidente de Confederaciones Rurales Argentinas (CRA), Rubén Ferrero.
 
Ese rechazo al Gobierno fue medido por las encuestadoras de opinión. "Cuando le preguntábamos a la gente en Córdoba o Santa Fe si estaba dispuesta a votar por el Gobierno, sólo un 26 por ciento nos respondía afirmativamente", explicó Mariel Fornoni, directora de la consultora Management & Fit.
 
"La percepción de la gente es que la economía no se está gestionando bien", añadió.
 
En algunas localidades, el oficialismo perdió más de la mitad de los votos que había obtenido dos años atrás. Por ejemplo, en Marcos Juárez, en el sur de Córdoba, una zona netamente sojera, en 2011 el oficialismo había obtenido un 35 por ciento de los votos y en las PASO cayó al 11,8 por ciento. Allí quedó en cuarto lugar detrás de Unión por Córdoba, la Unión Cívica Radical y Unión Pro.
 
En la provincia de Buenos Aires, la irrupción del Frente Renovador (FR), que conduce Sergio Massa, también le quitó votos al oficialismo. En Pergamino, por ejemplo, el FPV quedó cinco puntos por debajo del FR en las candidaturas a diputados. El referente de Massa en esa localidad y dirigente de la FAA, Jorge Solmi, opinó que en el interior no se percibía "ninguna señal de cambio por parte del Gobierno", y que por ese motivo el oficialismo cosechó el rechazo del electorado.
 
"En la última asamblea de la Comisión de Enlace que se hizo en Junín [en mayo pasado] los productores se daban cuenta de que de esta situación se salía con la política", dijo el dirigente.
 
Solmi, que entró en la Legislatura bonaerense con el partido de Francisco de Narváez en 2009, integra el equipo de "competitividad y desarrollo" de Massa, junto con el presidente de la UIA, José Ignacio de Mendiguren, y los economistas Ricardo Delgado y Martín Redrado, entre otros.
 
En estas elecciones no hubo una presencia generalizada de dirigentes rurales en las listas de candidatos, a diferencia de lo que ocurrió en 2009 cuando casi todas las listas de la oposición incluyeron hombres de campo. No obstante, algunos obtuvieron resultados positivos y tienen expectativas de llegar al Congreso. Uno de ellos es Néstor Roulet, ex vicepresidente de CRA, que ocupó el tercer lugar en la lista del Pro que encabezó en Córdoba el ex árbitro Héctor Baldassi. "Tenemos expectativa de sumar cinco puntos más porque tuvimos mucho apoyo en el interior de la provincia", dijo Roulet. "Pero, si eso no ocurre, creemos que es importante que haya representantes del campo que tengan influencia política", añadió.
 
Otro que tiene posibilidades de acceder a una banca en el Senado es Alfredo De Ángeli, uno de los líderes del conflicto por la 125 en 2008, que quedó en segundo lugar detrás del FPV.

Foto: Martín G. Azlaga