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“El hecho de que aparezcan 1 millón de hectáreas más de maíz de lo que todos suponíamos, que nunca se considere qué es lo que va a silo y que aparezcan cifras que nadie entiende, genera pérdida de credibilidad a todo lo que significa tener estadísticas oficiales creíbles que permitan planificar. En la Fundación Producir Conservando necesitamos cifras oficiales para trabajar sobre ellas, plantear un futuro o preparar un proyecto, y la realidad es que hoy ya no lo podemos hacer con cifras oficiales. Es una lástima, independientemente de todos los ruidos que se generan en el medio, y que tienen que ver con distorsiones de mercado, porque por un lado decimos que tenemos una buena cosecha de trigo y por el otro estamos mendigando trigo como para poder ver cómo llegamos a fin de año. Todas estas incoherencias se ven claramente, y no aportan nada positivo al sector”, señaló a “Siempre que llovió…, paró”, que se emite por Radio Colonia, Gustavo Oliverio, asesor y coordinador de proyectos de la Fundación Producir Conservando, al ser consultado sobre las sorprendentes cifras oficiales sobre la última cosecha.
 
El reconocido analista granario destacó, además, que respecto del pasado “vamos a ver cuáles son las cifras reales a medida de que se vayan haciendo los embarques”.
 
Oliverio, sin embargo, prefirió referirse al futuro. En tal sentido señaló que “La próxima campaña va a ser complicada, hay que mirar el clima en los Estados Unidos en los próximos 60 días, y allí se va a definir la expectativa de mercado. Hoy esa plaza está marcando una diferencia muy importante respecto a lo que teníamos de expectativa el año pasado. Esta semana el maíz futuro llegó a cotizar US$ 155/157. Con ese número, los campos que están más allá de 300/400 km. de los puertos serán muy limitados para la producción de maíz en términos de rentabilidad. Y con una soja US$ 30/35 (por tonelada) menos que el año pasado respecto a esta época, y siempre hablando del precio futuro, estaríamos con márgenes achicados, y en algunos casos empiezan a dar en el punto de indiferencia.
 
A todo esto, los costos han aumentado sensiblemente. Por supuesto que los mercados van a seguir siendo volátiles. También va a incidir, una vez que ese panorama esté claro, qué pasa con la soja sudamericana cuando la sembremos. Cómo le va a ir climáticamente a Argentina y Brasil en la próxima campaña también va a dar un marco de referencia final en el precio que vamos a tener de cosecha 13/14”, puntualizó.
 
Respecto a la evolución de Chicago, Oliverio consideró que “creo que vamos a tener hasta fin de agosto como mercado climático, y el maíz probablemente lo defina en los próximos 15/20 días y en soja durante todo el mes próximo”.
 
Finalmente, Oliverio señaló que “Creo que la parte climática va a jugar un papel sobre la expectativa de precios, pero a partir de la realidad interna que tenemos, de la inestabilidad de los costos y no saber dónde estamos parados, no hace más que conspirar contra la campaña. El año pasado la iniciamos con una expectativa totalmente distinta, ya que los norteamericanos tenían una sequía importante y así mirábamos otros precios. El año pasado el área de maíz se modificó cuando llego a US$ 200, y este año estamos US$ 50 por debajo”, finalizó.

Foto: Martín g. Alzaga