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"Con un escenario tan incierto, donde los precios internacionales ya no están tan fuertes como hasta ahora, los costos internos están aumentando y la intervención del Gobierno se va a maximizar para tratar de tener la inflación más baja que se pueda (sabiendo que aún con este esfuerzo rondará el 30%), el productor tiene que enfrentar con mucha cautela su inversión, y con una alta eficiencia de gestión, porque los números hoy están muy acotados y con muy poco margen para el error. Acá el que comete un error, o afronta un problema climático, con estos aumentos de costos internos sale del circuito productivo", señaló Ernesto Ambrosetti, economista jefe de la Sociedad Rural Argentina (SRA).
En declaraciones al programa radial "Siempre que llovió, paró (Radio Colonia), Ambrosetti dijo que "tanto en la ganadería y en la agricultura, como en otras actividades de las economías regionales, englobando todo, hay un escenario muy complejo y muy difícil. Complejo porque el panorama es de inestabilidad e incertidumbre en cuanto a las medidas internas, que ya sabemos que van a estar lo más restrictivas posibles. Ante un período eleccionario (las autoridades) van a querer reservar y exportar lo menos posible de carne, trigo, maíz, etc. Todo esto va a distorsionar el mercado, como viene pasando hace varios años, y generar pérdida de ingreso a los productores".
Además, el economista señaló que "hay un escenario internacional donde da la sensación de que los precios de los commodities, especialmente de los granos, no van a estar tan sostenidos como hasta ahora porque las áreas agrícolas de Estados Unidos y otros competidores de la Argentina están aumentando. Entonces, hay una tendencia a estar levemente debajo de los precios de este año".
Consultado sobre el tema de la inflación en el sector agropecuario, el economista explicó que “se viene corriendo con la inflación, que en el sector agropecuario se manifiesta en dólares. Entonces, cuando se hace el análisis de lo que aumentaron los distintos insumos estratégicos, aparecen casos de aumentos que superan el 60%. Y con el aumento de costos, y los menores ingresos, la ecuación de la mayoría de las producciones, tanto ganaderas como granarias, o de las economías regionales (algodón, arroz, caña de azúcar), que además pasaron por serios problemas climáticos de sequía este año, no se avizora una rentabilidad atractiva, o ni siquiera rentabilidad, sino un margen bruto atractivo sin llegar a la rentabilidad”, dijo.
Ambrosetti agregó que “es contradictoria la necesidad del Estado y la de la “Mesa de los argentinos” porque a lo largo de estos últimos años, todas estas medidas oficiales demostraron terminar en un fracaso porque el precio de la carne y del pan al consumidor aumentaron, y lo que no aumentó en proporción es el ingreso de los productores. Entonces, la única forma de alimentar la “Mesa de los argentinos” a precios más accesibles es con mayor inversión y producción. Cuando hay mayor producción los precios bajan. Esa es la política que el gobierno no aplica en los últimos años, y la inflación que tenemos hoy es la que todo el mundo observa cuando va a los supermercados”, sintetizó.
Respecto a las perspectivas de las ventas al exterior, el economista de la Rural destacó que “En cuanto a carne, las exportaciones van a ser las más bajas (también lo fueron el año pasado) de los últimos 40 años. En trigo también estamos en exportaciones que son realmente insignificantes. Las trabas que se pusieron este año van a continuar, y van a dejar muy poco saldo exportable. Todo esto atenta contra el ingreso de divisas al país, y obviamente contra el ingreso de los recursos fiscales necesarios para cubrir los baches que se están mencionando. En realidad, es todo un círculo vicioso que está atentando contra la macro y micro economía, y obviamente, contra la economía del sector agropecuario. Y acá si no se genera un ambiente amigable para invertir, en el que haya transparencia en los precios, donde haya competencia, por ejemplo, en el trigo entre molineros y exportadores, en la carne que los frigoríficos puedan empezar a exportar y recuperar toda esa pérdida que tuvimos de 125/130 frigoríficos cerrados, con más de 11.000 personas sin trabajo… A esto se le suma toda la complejidad del cierre a las importaciones, que está causando un daño económico, porque hay muchos insumos estratégicos que no están, y si aparecen lo hacen a valores muy elevados, que en muchos casos no permiten usar tecnología que hoy está disponible en el campo y que no se puede aplicar para mejorar eficiencia”, finalizó.


Foto. Martín G. Alzaga