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¿Cuál es la importancia para la industria de que se pague por la tecnología?
 
—Lo que buscamos es que haya un mecanismo para poder lanzar tecnologías en la Argentina, y si eso existe va a haber mucha tecnología donde se beneficia el productor.
 
El punto de vista de importancia parte porque si se tiene un sistema de industria en el cual se pague por la tecnología sería ilimitada y donde Monsanto aporta un granito de arena pero seguramente empresas como Syngenta, Dow AgroSciences, Bioceres, están esperando este marco para poder lanzar las suyas y cobrar por la tecnología.
 
 
 
¿Qué opina del uso propio de la semilla tal cual consigna la ley 20.247?
 
—Hay que entender qué es pequeño productor, dado que es un concepto muy amplio. Tenemos que lograr tener un sistema que permita tener acceso a todos los productores a la tecnología.
 
¿La cláusula impulsada por Monsanto fue la solución que se encontró ante la ausencia de un marco regulatorio por parte del Estado?
 
—Hace 20 años que no hablamos de esto en Argentina entonces parece que el sistema de Monsanto y la cláusula ha sido un excelente hito como para agarrar y traer este tema a la mesa y estar todos hablando de lo mismo. El sistema de la cláusula y de los contratos entre privados es un sistema que Monsanto buscó para poder lanzar tecnología sin decir si el Gobierno participaba o no y la mejor manera que encontramos fue a través de un contrato entre privados, un sistema de patentes y con la cláusula y eso nos permitió avanzar.
 
Después, estamos abiertos a otros sistemas como el Bolsatech. Lo que debemos perseguir todos es que haya tecnologías porque así se produce más.
 
¿Se va camino a un pago por la tecnología entre empresas y productores?
 
—Hemos avanzado mucho, primero los productores ya pagaron por la tecnología eso es un cambio y donde hay mucho debate y eso es productivo y creo que vamos a llegar a buen puerto.
 
El diálogo que estamos teniendo es sumamente positivo y va a hacer que en lo que respecto al proyecto de ley de semillas sea positivo en el futuro.
 
¿Está de acuerdo con que el Estado intervenga en resolver el pago de la tecnología?
 
—Creo que desde el punto de vista de ley de semillas e Inase, el Estado tiene un rol importante, y están tomando un rol proactivo en el Ministerio de Agroindustria para instalar el debate. Claramente más allá de las tecnologías todo lo que es comercialización de semillas autogamas se ha degenerado completamente a lo largo del tiempo y el perjudicado es el productor y el sector.
 
¿El objetivo es seguir trayendo nuevas tecnologías?
 
—Nosotros vamos a apuntar de aquí a diez años a que haya 10 tecnologías en soja en Argentina de compañías diferentes y que el productor pueda elegir y ahí nosotros nos dedicamos a hacer lo que sabemos que es lanzar tecnología superiores. Explicarle al productor el valor que tiene dado que es quien elige y es el único beneficiado de esa tecnología.