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Hace unos años eran una rareza, pero ya no lo son tanto. Las empresas dedicadas a vender sistemas de riego tuvieron una presencia importante en la Expoagro, mostrando que en esta tecnología el país todavía está en pañales. Con treinta años de experiencia en el asunto, el titular de la Cátedra de Riego y Drenaje en la UBA, Alejandro Pannunzio, explicó que la Argentina solo cuenta con 1,5 millones de hectáreas bajo riego, mientras que la tierra potencialmente regable suma 9 millones de hectáreas.
 
Pero además, de acuerdo con el experto, de la superficie regada solo 300 mil hectáreas cuentan con tecnologías más modernas que las viejas acequias o canales, como los enormes pivotes para cultivos extensivos o las mangueras para riego por goteo de frutas y hortalizas. Pannunzio estuvo en Expoagro con un emprendimiento propio para traer al país la tecnología de riego que vio funcionando por primera vez en los EE.UU.. Se trata del riego subterráneo, que consiste en enterrar 6.000 metros de tubos y mangueras por hectárea para lograr una gran eficiencia productiva y a la par un ahorro de energía y agua.
 
En la muestra no solo hubo curiosidades en materia de riego destinadas al sectror agrícola. La firma Tonka Solar frestejaba ayer haber recibido más de 1.500 consultas sobre una innovación que presentó: un sistema de bombas alimentadas con paneles solares, que pueden asegurar una provisión de agua continua para el ganado. “La energía solar para riego es más fiable, limpia y notablemente más económica que la que se obtiene a partir del gasoil”, explicó Pedro Friedrich, gerente de esa compañía.