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El intento oficial por mantener anestesiada la cotización local del dólar, hasta que el ingreso de las divisas generadas por la exportación sojera o el endeudamiento sea tal que pueda hacerse cargo de esa tarea, chocó ayer contra las limitaciones propias en que se mueve la plaza cambiaria.
 
La resultante fue que, luego de tres días de operarse a la baja, el billete volvió a subir ayer al cerrar el tipo vendedor a $ 15,42 y $ 15,59 a nivel mayorista y minorista, respectivamente, con aumentos de 21 centavos (o 1,3%) y 15 centavos (1%) respecto del cierre previo, para cada caso.
 
Los operadores coincidieron en describir que si bien el denominado "efecto tasa" (el aumento del 31 al 37% promedio para colocaciones a corto plazo que validó el martes pasado el BCRA) ayudó a quitarle algo de demanda a la divisa, el marcado desbalance que la plaza muestra entre compradores y vendedores vuelve a darle impulso al precio.
 
Dicha observación parece respaldada por los números.
 
Ayer se conoció que durante la semana previa las liquidaciones del "complejo sojero" totalizaron 324,47 millones de dólares, 8,1 por ciento menos que la cifra aportada en los cinco días hábiles previos.
 
Se trata del segundo descenso semanal consecutivo y la marca más baja desde la segunda semana de febrero (supone ventas a un promedio de US$ 65 millones por día, hasta 55% menores a las que se registraban en enero) que se producen cuando la demanda de dólares se mantiene sostenida. Sin embargo, si la comparación se hace de manera interanual se observa que las liquidaciones de este sector (que alcanzan los US$ 4392 millones en lo que va del año), resultan 88% superiores a los US$ 2337 millones acumulados a igual período de 2015.
 
Calma, pero no cura
 
El Banco Central había logrado frenar una nueva corrida contra el peso la semana pasada, aunque luego de permitir que tome cuerpo durante todo febrero, actuando en varios frentes de manera simultánea: ofreciendo vender más dólares de las reservas; subiendo abruptamente las tasas de interés en pesos y recortando un incremento en la demanda potencial de los bancos, al dejar sin efecto el aumento en el límite máximo a la posición global neta en moneda extranjera dispuesto en diciembre.
 
Pero el hecho de haber corrido del mostrador de la demanda a las entidades pareció ayer mostrar sus límites. "El dólar volvió a aumentar por la presión de algunas empresas que deben remesar utilidades", describió un operador.
 
"La suba de hoy [por ayer] se explica por falta de divisas. A eso hay que agregarle una posible decisión oficial de no arriesgar más dólares con estos fines", confió a LA NACION otro agente que cree que el rebote de ayer obligará al BCRA a ser condescendiente con las tasas en la subasta de letras de hoy (ver aparte).
 
Puede que su sospecha sea cierta: las reservas cerraron el día con otra baja de US$ 50 millones (quedaron en US$ 28.165 millones, según el dato preliminar) aún cuando el BCRA no intervino sobre el mercado.
 
Temporada alta de vencimientos
 
El BCRA comenzará a enfrentar hoy un verdadero test para medir su capacidad de regulación de la oferta monetaria. Ocurre que se ve obligado a transitar la "temporada alta" de vencimientos de letras cuando debió validar un aumento importante en las tasas para tratar de calmar el dólar. Durante las próximas cuatro semanas enfrenta vencimientos por $ 204.000 millones, algo así como el 48% del total de las letras emitidas. Y llega a la cita de hoy sin haber podido renovar la totalidad de los vencimientos en las dos últimas subastas previas y con la tasa de call compitiéndole (se operó al 36,5% anual ayer).