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Las abundantes precipitaciones que se registraron en los últimas semanas en la zona norte de la provincia de Buenos Aires aliviaron el estrés que presentaban los cultivos de soja y maíz tardío.
   
Sin embargo, estos respiros para los plantíos, con lluvias frecuentes y muchas horas de mojado foliar, fueron condiciones predisponentes para el progreso de las enfermedades de final de ciclo.
  
Por esto, el INTA Pergamino brindó un panorama de las enfermedades que se están encontrando en los lotes y aconsejan el monitoreo.  En soja de primera, la mancha marrón alcanzó el estrato medio y superior de la planta y en sojas de segunda el estrato medio.
   
Por otra parte, aumentó la prevalencia y severidad de mancha ojo de rana. Las altas temperaturas nocturnas y las lluvias favorecieron el progreso de esta enfermedad en variedades susceptibles, dice el informe.
   
Otras de las enfermedades a las que hace referencia el trabajo de los técnicos pergaminense son las pudriciones húmedas de los tallos, causada por el hongo Sclerotinia sclerotiorum.
  
A modo de anticipo, los técnicos sostienen que de continuar las lluvias crece el riesgo de ocurrencia de enfermedades en vainas y semillas, como fusarium y phomopsis. Las aplicaciones foliares de fungicidas en etapas más tardías se asocian a la reducción de este riesgo.
  
 Por su parte, en maíz las enfermedades prevalentes que se observan son bacteriosis, roya común y tizón foliar. La incidencia y severidad es mayor en roya y las bacteriosis son las de mayor prevalencia e intensidad.