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Por Pablo Adreani (Ambito Financiero).- El Gobierno de Macri podrá cosechar los frutos de su política agroexportadora en la próxima campaña 2016/17, pudiendo llegar al récord de 120 millones de toneladas, si la actual tendencia y relación de precios entre cereales, forrajeros y oleaginosos se mantiene. Sólo se necesita que se corte la actual condición de severa sequía que está afectando más del 70% de las zonas agrícolas del país. Si el clima lo permite, con este volumen de producción y proyectando los saldos exportables a los precios actuales a futuro, el ingreso de divisas por parte de todo el sector agropecuario en la próxima cosecha 2016/17 podría llegar a los u$s 26.000 millones, un aumento de u$s 3.200 millones con respecto al ingreso proyectado en 2016 de u$s 22.800 millones.
 
En la actual campaña, los cambios anunciados por el Gobierno lograron generar una mayor superficie de siembra de maíz de segunda y tardío, adicionando un mayor volumen de producción y saldo exportable. Sucede que entre el balotaje, la asunción el 10 de diciembre y el anuncio de las medidas sobre las retenciones y la liberación del cepo, aquellos productores que sí confiaron en el cumplimiento de los anuncios se lanzaron a sembrar más maíz de segunda y tardío. No se equivocaron, la actual relación de precios soja:maíz de 1,40:1 es la más favorable para el cultivo de maíz de los últimos 10 años. Aquellos que no confiaron y apostaron a la soja como el cultivo más barato y de menor riesgo deben enfrentar márgenes muy ajustados y en muchos casos negativo, salvo el análisis en campo propio, a menos de 300 km del puerto y con rindes muy por arriba de los promedios.
 
En definitiva las medidas implementadas por el Gobierno no han tenido otro objetivo central que el de salvar de la quiebra a miles de productores y cientos de empresas agroexportadoras de las economías regionales. Cuando dicen que el Gobierno ha beneficiado mucho al sector con sus medidas pro campo se trata de un eslogan postcampaña que no se condice con la cruda realidad, el sector agroexportador estaba atravesando una de las peores crisis de su historia. La combinación de la caída de los precios internacionales, el aumento del costo argentino en dólares, entre otros factores negativos, empujaba a las empresas del sector al precipicio de la quiebra. Esto ya forma parte del pasado, miremos el futuro y tratemos de potenciar lo que la Argentina sabe hacer, producir y exportar alimentos en un mundo donde no abundan países con dicha capacidad.
 
 
PROMESAS DE CAMPAÑA FUERON CUMPLIDAS
 
Éste es el primer Gobierno que ha cumplido con sus promesas de campaña, y mucho antes de la asunción de Macri, el mercado ya estaba mostrando síntomas de fuertes mejoras en trigo y maíz, que se reflejada en las posiciones futuras en el MATBA .
 
Si la actual relación de precios soja:maíz se mantiene en este mismo nivel (hoy en 1,44:1) de cara a la próxima cosecha 2016/17, por primera vez en la historia reciente podremos ver una fuerte baja en la superficie de siembra de soja y una fuerte suba en trigo y de maíz. En el mismo sentido, las retenciones de 0% en trigo y la eliminación de los ROE ya tuvieron un efecto positivo para el mercado cuyo reflejo es la posición julio en el MATBA cotizando a 160 u$s/t. Se espera también un fuerte aumento de la superficie de trigo que se proyecta en un mínimo de 1 millón de hectáreas con respecto a la campaña actual.
 
Entre el trigo y el maíz la superficie de siembra podrá aumentar entre 2,5 y 3 millones de hectáreas, y el impacto sobre el volumen final de la cosecha 2016/17 podría ser suficiente para llegar al récord de 120 millones de toneladas. Un aumento en la superficie de maíz de 1,5 millón de hectáreas implica un aumento en la producción potencial de 12 millones de toneladas, pudiendo llegar al récord de producción de 37 millones de toneladas, y este aumento va directo a mayores saldos exportables. Es necesario entonces fomentar el mayor valor agregado en origen para que se puedan absorber estos enormes excedentes.
 
 
TENDENCIA SOSTENIDA A FIRME EN LA PLAZA LOCAL
 
En el análisis de la coyuntura local, los precios del maíz siguen con tendencia sostenida a firme, ya superando la barrera de los 150 u$s/t, y hoy la cotización abril ya supera los 155 u$s/t. La soja, en cambio, seguía consolidando su impronta potencialmente bajista, ni la reducción del 5% en las retenciones ni la mejora del tipo de cambio han sido suficientes para mejorar los márgenes del cultivo, pues el precio de la soja ya venía desde meses atrás con un sobreprecio y un contramargen del negocio de la exportación y la industria superior a los 10 u$s/t. Con estos datos hay grandes chances de que los precios de la soja en el corto plazo busquen una clara tendencia bajista. Sin embargo los productores siguen sin vender, pues tienen la esperanza de poder hacerlo a un mayor precio en un futuro cercano. Como respuesta a esta actitud les sugiero a los productores que vean los precios de la soja futura en el MATBA, la soja disponible cotizando a 237 u$s/t mientras que la posición abril está cotizando a 215 u$s/t. Estamos ante un nuevo caso de la "historia de la baja anunciada", cada día que el productor no vende soja disponible aumenta el riesgo de baja del mercado.