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El avance de siembra de soja llega al 98 por ciento en la provincia de Córdoba, mientras que en el maíz alcanza al 94 por ciento; es decir que ya se cubrió casi toda la superficie prevista de implantación con granos gruesos en la campaña estival 2015/2016.
 
Así lo asegura un informe de la Bolsa de Cereales de Córdoba, que ubicó la siembra total de la oleaginosa en torno a 5,3 millones de hectáreas en esta temporada, mientras que el área de maíz alcanzaría las 1,4 millones de hectáreas.
 
Soja
 
El documento afirma que “finalizando las tareas de siembra de los cultivos estivales, se estima para soja un avance del 98 por ciento (5,1 millones de hectáreas); siendo los departamentos Totoral y Río Primero los que aún tendrían superficie pendiente de sembrar”.
 
En total, la superficie total que se implantaría con la oleaginosa sería de 5.229.100 hectáreas, siete por ciento por encima del año pasado cuando fueron 4.887.200. Sería la mayor área desde la campaña 2009/2010 cuando se alcanzaron 5.361.600 hectáreas.
 
En cuanto a su fenología, los cultivos sembrados en fechas tempranas (1,9 millones de hectáreas) se encuentran en estados reproductivos desde R1 (Inicio de floración) a R3 (Vaina de cinco milímetros de longitud en nudo); mientras que los tardíos atraviesan estadios vegetativos.
 
El estado general de la oleaginosa es entre Muy Bueno (59 por ciento) y Bueno (29 por ciento), con ocurrencia de estrés hídrico y térmico hacia el centro norte de la provincia, como consecuencia de altas temperaturas y escasas lluvias en esa zona. Por el contrario, se han reportado excesos hídricos en Marcos Juárez y Unión, destaca el estudio.
 
En cuanto a plagas, se detecta la presencia de Megascelis sp., tucura, bicho bolita, chinche y orugas; con baja incidencia. Mientras que Septoria, bacteriosis, Cercospora sojina, son enfermedades que se empiezan a relevar en el cultivo, presentando también baja incidencia.
 
Maíz
 
El relevamiento durante los primeros 15 días de enero indica un avance de siembra del cereal del 94 por ciento, restando por sembrar 81.300 hectáreas con el cereal, principalmente en departamentos del norte provincial donde se relevaron avances menores al 85 por ciento.
 
El área total esperada es de 1.392.400 hectáreas, 20 por ciento por debajo de las 1.734.300 del ciclo anterior y la menor también desde 2009/2010. De todos modos, la caída de superficie es inferior a la que se esperaba originalmente, del 39 por ciento, antes de que el Gobierno nacional dispusiera medidas económicas que favorecen al cereal como la eliminación de las retenciones y de los ROEs.
 
Fenológicamente, advierte la Bolsa, los maíces sembrados en fechas tempranas (320.250 hectáreas) se encuentran en período de llenado de granos, entre R1 (Emergencia de estigma) a R4 (Grano pastoso). Los cultivos tardíos atraviesan estadios vegetativos desde Ve (Emergencia) a V7 (Séptima hoja desarrollada) los más avanzados.
 
El estado general es de Muy bueno (52 por ciento) a Bueno (32 por ciento). Sanitariamente, se detectaron enfermedades como roya, tizón, bacteriosis y helminstoporium; y plagas como chinches, orugas, bicho bolita, con reportes de baja incidencia. Se reportó estrés hídrico y térmico hacia el norte de Córdoba; mientras que en localidades como Pincen, Jovita, Laboulaye y en los departamentos Marcos Juárez y Unión se registraron lotes afectados por anegamientos.
 
Cultivos estivales
 
La Bolsa de Cereales también publicó una nueva estimación de producción de trigo y garbanzo.
 
Trigo. Culminada la cosecha de trigo en Córdoba, la estimación al 15 de enero indica una producción estimada de 2,53 millones de toneladas para la campaña 2015/16, siendo un 28 por ciento menor al valor de la campaña 2014/15 debiéndose principalmente a una caída del 30 por ciento del área triguera.
 
Se informa una mejora en el rendimiento promedio ponderado, que alcanza los 27,9 quintales por hectárea. Sin embargo, estos mayores rindes se chocan con una menor calidad del cereal. Según la Bolsa de Cereales, “se reportaron problemas en la calidad en cultivos de toda la provincia, principalmente por bajos niveles de proteína, gluten, peso hectolítrico y presencia de granos panza blanca; consecuencia de los bajos niveles de fertilización y elevadas precipitaciones que generaron lavado de nutrientes en suelo”.
 
Garbanzo. Se calcula una producción de 35.400 toneladas, superando en 37 por ciento al tonelaje alcanzado durante la campaña anterior. Este aumento se debería a una mayor superficie sembrada con la leguminosa, y a un mayor rendimiento promedio estimado en 24,9 quintales por hectárea, un 25 por ciento superior al ciclo anterior. La calidad obtenida en la cosecha es buena.