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Menos hectáreas y más competencia entre contratistas
Consecuencias de la sequía el recorte en los rendimientos afecta a los proveedores de servicios de cosecha; deben reacomodar las tarifas orientativas difundidas por Facma
Villa María. Los contratistas de maquinaria agrícola se las están viendo en figuritas para poder sobrepasar un momento que está lejos de ser de los mejores. En la provincia de Córdoba, muchos dicen estar trabajando casi exclusivamente para cubrir los costos.
Se trata de un eslabón más de la cadena productiva que se ve afectado duramente por la crisis hídrica que castigó a los rindes como no se veía desde hacía unos 40 años, dice a La Voz del Campo Eduardo Margaría, uno de los más experimentados contratistas del sudeste provincial, con base en Villa María.
Desde la Asociación de Trilladores del Centro de la Provincia de Córdoba, integrante de la Federación Argentina de Contratistas de Máquinas Agrícolas (Facma), Enio Ferrero, describe el panorama: “La situación no es buena ni fácil. El tema más grave es que se achicó la cantidad de hectáreas y se bajaron los precios. El que tiene compromisos y deudas porque se ha equipado, está en la situación más grave. En el país contamos con tecnología para procesar más de 100 millones de toneladas de granos y este año nos vamos a encontrar con 50 ó 60 millones, nada más”.
Desde la asociación provincial dieron algunos datos de valores para el servicio de cosecha. En trigo se habían fijado unos 260 pesos para rindes de entre 20 y 24 quintales, pero se cobró entre 180 y 200 pesos por hectárea. En maíz, la expectativa era, sobre un rinde de 60 a 70 quintales, de una tarifa de unos 430 pesos, pero se facturó entre 280 y 300 pesos la hectárea.
Margaría recordó que el año pasado la campaña se extendió por cuatro o cinco meses, pero que en 2012, por la sequía, hubo que hacer casi todo el trabajo en una ventana de unos 20 días. “Es imposible trabajar con esos tiempos. En algunos casos hemos tenido que decir que no por que no llegábamos. Fue como una explosión que quemó todo el cultivo. Ni con seis equipos propios y uno alquilado alcanzó”, se lamentó.
Según un informe realizado por Facma, se estima una reducción a la mitad de la facturación del servicio de recolección de maíz, una merma del 30 por ciento en soja y del 15 por ciento para sorgo y girasol. La entidad sostiene que por la menor cantidad de hectáreas trabajadas y la caída en los precios de los servicios, los contratistas facturarán a nivel nacional unos 385 millones de dólares menos que el año pasado.
“En trigo no logramos precios que compensen los gastos. La perspectiva para este cultivo no es que te vas a hacer el año, sino que ayuda a pagar gastos, mantenimiento y equiparse para salir a la cosecha gruesa, que es la más importante que tenemos”, explicó Ferrero.
Dice que algunos contratistas que también trabajan en otras provincias “volvieron más secos de lo que se fueron” y que no todos trabajaron ni hicieron las hectáreas previstas.
“Estamos con un panorama bastante difícil para la cosecha gruesa. No es una novedad que hay poco para hacer. Mucha gente no lo va a trillar. Al haber poco, será mayor la competencia”, vaticinó.
A la picadora. Con una cosecha de primera calificada como “malísima” por los contratistas, las expectativas se trasladaron a los cultivos de segunda. Margaría comentó que la mayoría de los maíces sembrados en el sudeste llegaron a la madurez con un metro de altura y sin grano.
Los que más, tuvieron un rinde de un 30 por ciento.
“En Arias y Cavanagh, hubo maíces originariamente destinados a cosecha que fueron picados para silo y dieron 30 mil kilos por hectárea. No convenía. Aparte, lo que se hizo para silo no alcanza para cubrir las necesidades forrajeras para el invierno”, comentó.
Otro ejemplo que puso es el de una clienta muy importante de su empresa que sembró sorgo, pero no sabe si lo va a picar. “Tiene medio metro y se está secando. La opción es agarrar una segadora y hacerlo rollo. Meter una picadora tiene un costo mucho más alto. Nunca pensamos que al 2012 lo íbamos a tener que encarar de esta manera”.
Gestiones ante Agricultura. Desde enero, los contratistas vieron la necesidad de pedir asistencia al Ministerio de Agricultura de la Nación, planteando la necesidad de ser incluidos en la emergencia agropecuaria.
En una carta al ministro Norberto Yauhar solicitaron refinanciación de pasivos con tasa de emergencia a distintos bancos, prorrogando vencimientos en el Banco de la Nación y provinciales en el pago de cuotas en los créditos de inversión por maquinaria.
También reciprocidad en bancos privados y fábricas por créditos tomados para compra de maquinaria. Otro punto fue el otorgamiento de créditos para contratistas que no puedan cumplir con los compromisos.
“Queremos que se valore la tecnología, porque cuando hay menor tecnología hay menos rinde y afecta la producción y la economía del país. No somos de llorar, pero sí decimos que estamos muy apretados”, concluyó Ferrero.
Ayer, los integrantes de la Federación Argentina de Contratistas de Maquinaria Agrícola tenían agendada una agenda con Yauhar para abordar estos temas.
Fotos: INTA
El pasado miércoles 16, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso participó de una reunión de la Mesa de Trabajo para la Seguridad Rural con representantes de diferentes entidades que nucléan a los productores rurales, con el objetivo de coordinar acciones para prevenir los delitos en las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires.
Lo resolvió la presidenta del directorio de gestión y funcionaria cercana al gobernador Axel Kicillof, Jimena López; se seguirá en el trabajo de una próxima licitación; había incertidumbre sobre la continuidad luego que trascendiera un supuesto interés del gobierno provincial de controlar un 30% de la operatoria. LA NACION - 26/09/2024
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