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La soja de primera abarca desde lotes en R2 (plena floración) a R6 (pleno llenado de granos), encontrándose la mayor parte del área implantada dentro de su período crítico R3 (inicio de formación de vainas) a R5 (inicio de llenado de granos). Por lo tanto, las precipitaciones acaecidas y los montos recibidos han resultado claves, ya que por un lado han frenado la pérdida de rendimiento como consecuencia de la sequía y, por otro lado, han recargado el perfil del suelo asegurando la demanda hídrica de la oleaginosa para las próximas semanas.

En su informe, el SIBER indica que a partir de consultas efectuadas a la Red de Colaboradores se ha calificado la condición de la oleaginosa (ver Gráfico 2), en el cual el 80% del área posee una condición de buena a muy buena y el 20% restando fue calificada de regular a mala. Cabe destacar que la condición buena totaliza el 65% del total implantado y es donde se ha detectado los cambios más significativos desde la consulta realizada el 26 de enero.

En lo que respecta a la condición de la soja de segunda, el Sistema de Información determinó que el 60% del área tiene una calificación de buena a muy buena y el 40% de regular a mala. Al igual que para el caso de la soja de primera, el cambio más significativo se ha reportado en el crecimiento de la condición buena que abarca el 53% de lo implantado.

El Sistema de Información presentó en los mapas la condición de la soja de primera y segunda agrupada en ambientes productivos similares.

Si bien se están procesando imágenes satelitales para determinar el área implantada en la campaña 2011/12 con la oleaginosa, en base a las consultas efectuadas a la Red de Colaboradores y la verificación de las variaciones del resto de los cultivos estivales (sorgo, maíz, girasol y arroz); se ha proyectado que el área sembrada no dista mucho de lo acontecido el año pasado.

El escenario climático que se ha presentado durante este verano no se aleja mucho de lo ocurrido hace un año atrás, el informe sostiene que "hay que recordar que diciembre y enero del año 2011 tuvo síntomas de estrés hídrico, reservas escasas, sectores con sequía y hubo una recuperación de las reservas hacia fines del mes de enero".

Por otra parte "las diferencias se encuentran en que este verano tuvo temperaturas máximas importantes y las lluvias en la región se ubicaron en los primeros días de febrero existiendo el período de estrés hídrico, mientras que como un factor positivo las precipitaciones fueron muy abundantes abarcando todo el ámbito provincial".

El SIBER, gracias a la información recibida de los Colaboradores, determinó una primera aproximación a los rindes de soja de primera que rondaría los 2.500 kg/ha y la soja de segunda alrededor de los 1.750 kg/ha; de concretarse esta afirmación, la producción entrerriana de soja se aproximaría a las 3.000.000 de toneladas.

 Sorgo 

Además, al igual que lo ocurrido con el cultivo de soja, las precipitaciones han mejorado la condición del sorgo de primera, ubicándose el 71% en un estado de bueno a muy bueno y el 29% de regular a malo, indicó el SIBER.

Teniendo como base la información proporcionada de los Colaboradores, estimaron que el rinde promedio para el sorgo de primera se posicionaría cercano a los 5.000 kg/ha; con una producción que se ubicaría superior a la del año pasado como consecuencia del incremento del área que se ha registrado esta campaña. Actualmente el equipo del SIBER está trabajando con imágenes satelitales para poder realizar el informe de área implantada con el cultivo.

En cuanto al sorgo de segunda, el mismo evoluciona favorablemente, habiéndose realizado aplicaciones de insecticidas para el control de cogollero.

Fotos: INTA