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El impacto de las últimas lluvias, por cierto importantes, es muy positivo. Hasta ahora, se venían dando algunos chaparrones que servían de “parche” para cubrir la necesidad de algunas localidades con milimetrajes interesantes. Pero se trataba de algo muy localizado, no homogéneo. Ergo, la cobertura no era importante.

El ingeniero agrónomo Nicolas Parenti, de la Guía Estratégica del Agro de la Bolsa de Comercio de Rosario, evaluó que estas últimas lluvias fueron de buenos milimetrajes y con una buena cobertura en la región, aunque reconoció que persisten lugares que siguen sufriendo la sequía como en el norte del departamento Marcos Juárez y Unión, provincia de Córdoba. Particularmente la zona de Bell Ville, Noetinger, Pozo del Molle.

Paliativo para un año particular

Parenti considero necesario aclarar que la sequía deja su huella y estas lluvias no anulan el impacto de la seca. Este fue un año niña, muy marcado con lluvias por debajo de lo normal, con diciembre y enero con muy poca precipitación.

Consecuencia: El maíz ya tuvo pérdidas enormes de rinde, en muchos casos no se cosechó y esta lluvia llegan bastante a destiempo. Para algunos cultivos sembrados tarde van a servir. Para soja, en aquellos lotes que habían iniciado el llenado, sembrados en octubre y que estaban muy avanzado, estas lluvias llegan tarde. Y a los lotes que estaban mejores posicionados, con mejores suelos y algunos chaparrones, estas lluvias les cambian el panorama, le cae en un momento interesante como es el llenado de grano.

“Esto trae tranquilidad porque en la zona de influencia de Rosario llovieron entre 80 y 100 milímetros y hay localidades por encima de los 60 mm. Estos montos dan tranquilidad en el corto plazo”, dijo Parenti.

Pero en verdad, si estas lluvias se hubieran dado 3 semanas atrás habrían sido mucho más valiosas, porque “habrían agarrado el cultivo mas temprano, con mas margen de recuperación”. “Hay cultivos que tuvieron aborto de vainas”, se lamentó. Y en la fisiología del cultivo, según en el momento en que caiga la lluvia o no, se ve reflejado en el rinde.

En esta campaña, hay cultivos que tuvieron déficit hídrico en la etapa de formación de vaina en muchos casos y en el inicio de llenado. Incluso, los sembrados tempranos tuvieron déficit hasta fines de llenado. Estos son lotes donde habrá bajos rendimientos. Para otros lotes, por buen suelo, fecha de siembra o chaparrones oportunos, la realidad será otra.

Fotos: INTA