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Por Alejandra Gallo

En la compleja normativa para poder importar conviven dos reglamentaciones: la ventanilla única que diseñó la AFIP (presidida por Ricardo Echegaray), y la nota de pedido, que diseñó por su parte Moreno.

En rigor, a partir de mañana será obligatorio presentar la documentación para pedir permiso para importar en la ventanilla única de la AFIP. Ambos funcionarios pujan por tener el poder para subirle o bajarle el pulgar a los embarques.

Y, por las dudas que la interna genere sensibilidades extraordinarias, a los empresarios les ganó la ansiedad y decidieron anticiparse y mandarle por mail a Moreno todos los datos sobre lo que traerán del exterior, por qué valor, cuánto producirán acá, a qué precios y cuánto exportarán.

Entre algunos despachantes e importadores se atajan diciendo que se anticipan porque esta Secretaría necesitará 10 días para pronunciarse sobre cada importación y por eso quieren ganar tiempo. Sin embargo, la teoría psicológica de evitarle un enojo al secretario parece más firme por estas horas.

Con todo, la incertidumbre acerca de los detalles del nuevo sistema de declaraciones juradas anticipadas para importar es tal que la mesa chica de la Cámara de Importadores (CIRA) aprobó ayer la realización de un seminario interno para intentar despejar las dudas. Muchas de ellas aún repiquetean entre los despachantes de aduana que el viernes pasado tuvieron un encuentro con el equipo de la Aduana.

Sobre la convivencia de normas, el gerente de la Cámara de Importadores (CIRA), Miguel Ponce dijo: “Son dos planos distintos por un lado la ventanilla única y por otro está el monitoreo del flujo comercial que ingresa al país porque la Secretaría de Comercio tiene responsabilidad sobre los precios”.

La incertidumbre por las nuevas reglas para importar trascendió las fronteras. Los poderosos industriales paulistas de la FIESP, que conduce Paulo Skaf, insisten en que le pedirán una audiencia a la presidenta Cristina Kirchner por este tema. Aunque ayer desde el gobierno brasileño buscaron bajarle el tono al malestar.

Ayer también fue el turno de los industriales uruguayos. El presidente de la Comisión de Comercio Exterior de la Cámara de Industrias de Uruguay, Rafael Sanguinetti, advirtió que debido a la decisión del gobierno argentino “el Mercosur está en absoluta anarquía” y consideró que “no entendemos por qué Argentina debe protegerse de Uruguay; es una mala política, le hace mal al Mercosur y a su imagen”.

De acuerdo con estadísticas oficiales, el Mercosur compra casi el 24% de todo lo que la Argentina le vende al mundo pero, al mismo tiempo, el país también compra en el bloque la mayoría de los insumos que necesita: el ejemplo más claro es el de las fábricas de autos. De todos los socios del bloque, Argentina es el país que más importa entre los socios del Mercosur, incluso más que Brasil, que es el principal mercado en relación con su PBI.