NOTICIAS Y VIDEOS /

Por Francisco Jueguen.- El proyecto de modificación del impuesto a las ganancias que hoy puede convertirse en ley deja ganadores y perdedores. En un primer momento, existe una porción de trabajadores -alrededor de 400.000- que dejarán de pagar el impuesto (con el plan oficial del Gobierno se hubieran sumado nuevos contribuyentes). Este cambio se da gracias a las subas de los mínimos no imponibles (y las deducciones): serán de $ 28.000 brutos para solteros y $ 37.000 para casados con dos hijos.
 
A esto se sumará que aquellos de menores ingresos pero que ya pagan ganancias comenzarán a tributar con una alícuota más baja (del 9% actual pasará al 5%), lo que mejorará sus salarios de bolsillo, más si se suman las nuevas deducciones, como alquileres o viáticos.
 
Sin embargo, en el proyecto actual aquellos que tributen tendrán que pagar más que lo previsto en la primera iniciativa oficial, gracias a que las escalas mostrarán una actualización más moderada que la prevista. Pese a esto, también mejorará su situación. Los perjudicados volverán a ser los trabajadores autónomos.
 
Según los especialistas, el proyecto consensuado por la CGT, los gobernadores, la oposición (sin el kirchnerismo) y el Gobierno es mejor que el aprobado en Diputados y reducirá la presión fiscal con respecto a los últimos años de gobierno de Cristina Kirchner. No obstante, se está lejos aún de volver a la carga tributaria que los argentinos experimentaban antes de 2001.
 
Según el Ieral, para un trabajador soltero con un salario bruto mensual de $ 40.000, la carga tributaria de ganancias representa este año un 9,4% de sus ingresos, porcentaje que caería a 6,2% en 2017 con las nuevas reglas que trata el Congreso. Si bien la presión tributaria será mayor -para salarios constantes en términos reales- que la de fines de los 90, cuando la incidencia de ganancias era de 1,2% (en 1998), es sensiblemente inferior al porcentaje de 15,4% registrado durante 2015.
 
"El nuevo proyecto es notoriamente mejor que el que se aprobó en la Cámara de Diputados, que suponía un costo fiscal muy elevado, contenía errores técnicos y generaba profundas distorsiones e inequidades", estimó un informe del Instituto Argentino de Análisis Fiscal (Iaraf). "Sin embargo, no son tan nítidas las ventajas del nuevo proyecto respecto del originalmente enviado por el Gobierno", completó. Según el Iaraf, se verán beneficiados los trabajadores con salarios brutos de entre $ 30.000 y $ 37.000, en el caso de los casados con dos hijos, y de $ 26.000 y $ 28.000, en el caso de los solteros, que ahora quedarán fuera del impuesto y en el proyecto original tributaban alrededor del 2% de su ingreso neto. A contramano, los trabajadores que quedan alcanzados por el impuesto experimentarán -sobre todo en 2018 y 2019- una reducción de tasa efectiva mucho menor con los nuevos parámetros fruto de un ajuste de los tramos de escala "notoriamente" menores.
 
"En este esquema los mayores perjudicados serán, otra vez, los autónomos, que, al tener deducciones mucho menos significativas que los empleados dependientes, se ven severamente afectados por la insuficiente actualización de los tramos de la escala", estimaron en el Iaraf.
 
El proyecto oficial hacía foco en la modificación de las escalas, "la verdadera causa de la distorsión". Si se compara con 2001, en ese entonces el mínimo para un trabajador casado con dos hijos ascendía a $ 21.600 netos anuales y ahora se ubicaría en aproximadamente $ 400.000 anuales, es decir 17,5 veces mayor, valor superior por ejemplo a la evolución del dólar o la inflación medida sin distorsiones. En tanto, los tramos de escala experimentarán una actualización inferior respecto de aquel año, de entre 167% y el 300%.
 
Según cálculos elaborados por el tributarista César Litvin, los trabajadores solteros en relación de dependencia que hasta hoy ganaban $ 25.000 o $ 30.000 brutos (y que tenían una retención sobre el sueldo neto de entre 1,25% y 5,36% por Ganancias) dejarán de pagar tras la reforma. Los que ganan $ 45.000 o $ 60.000 brutos pasarán de tributar el 15,74% y 22,76%, respectivamente, a 5,23% y 11,23 por ciento. Entre los casados con dos hijos, aquellos que, por ejemplo, ganen $ 36.000 dejarán de tributar. Antes se les retenía el 3,35% del salario neto. Los que ganan $ 45.000 o $ 60.000 brutos, por caso, y que pagaban 9,53% y 18,10% de sus sueldos netos, ahora abonarán 1,24% y 7,16%.
 
"El nuevo proyecto permitirá que una importante cantidad de trabajadores dejen de pagar este impuesto y aquellos que seguirán siendo contribuyentes del gravamen abonarán, en algunos casos, una suma menor", afirmó Litvin. "Además se contemplan nuevas deducciones, como viáticos y alquileres", agregó el tributarista.
 
 
Queja de trabajadores del juego
Los empleados del juego, nucleados en el Sindicato de Trabajadores de Juegos de Azar (Aleara), protestaron contra la imposición de nuevos gravámenes sobre la actividad para compensar la reforma de Ganancias. Implicaría, según el gremio, "pérdidas de fuentes de trabajo y caída de la recaudación". Los cortes fueron frente al Hipódromo de Palermo(foto), San Isidro y también sobre Avenida de Mayo. El sindicato, que reúne a 250.000 trabajadores en el país, se encuentra en "estado de alerta y movilización".