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América Latina discute las pautas para realizar censos agropecuarios
Los censos nacionales –con los que se construye el censo mundial- se realizan al menos una vez cada diez años y proporcionan una visión general de la situación del sector agrícola de un país, desde el tamaño de sus explotaciones agrícolas, la tenencia de la tierra, el uso de la tierra, el área cultivada, la irrigación, el ganado, el trabajo y otros factores agrícolas.
Según la Organización de las Naciones Unidas para la Agricultura y la Alimentación (FAO), esta información es vital en la planificación e implementación de políticas, investigación y desarrollo, además del monitoreo del impacto de la agricultura en el medio ambiente.
Actualmente, en Montevideo, Uruguay, la FAO en coordinación con el BID y FLACSO desarrolla una mesa redonda sobre el programa mundial para el Censo Agropecuario 2020 y taller sobre sistemas de encuestas agropecuarias integradas, con la participación de expertos del área de estadísticas y miembros de gobierno de toda la región, para dar a conocer y discutir las nuevas guías del programa mundial de censos 2020.
Para que América Latina y el Caribe cumpla su meta de erradicar el hambre al año 2025 –compromiso asumido por todos los países de la región a través de la Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños, CELAC– se requiere conocer en detalle el estado de los recursos que sostienen la seguridad alimentaria.
Según la FAO, la próxima ronda Mundial de Censos Agropecuarios -que cubrirá el periodo 2016-2020- será un insumo clave para ello.
Una radiografía del sector agropecuario
Cada diez años, desde 1945, la FAO apoya a los países miembros en todo el mundo para recopilar, procesar y difundir información y estadísticas sobre el sector agrícola mundial.
¿Qué se cultiva, cuántas cabezas de ganado existen, qué tipos de usos de suelos hay en un país? Responder estas preguntas es fundamental para que los gobiernos puedan implementar políticas que permitan desarrollar al máximo su potencial agrícola para la lucha contra el hambre y la pobreza rural.
De acuerdo a la FAO, el censo es la fuente más confiable de información sobre los recursos y estado del sector agropecuario a nivel global.
Como tal, los gobiernos tendrían que utilizarlos para apoyar la planificación agrícola y los procesos de formulación de políticas para garantizar el acceso a la tierra, mejorar la seguridad alimentaria y reducir los impactos ambientales adversos de las actividades agrícolas.
Los datos del censo deberían ayudar a comprender la estructura de la industria de producción de alimentos y las limitaciones que enfrentan los agricultores para aumentar su producción agrícola, aspectos claves para medir avances y retrocesos en la seguridad alimentaria.
La información recogida por los países es también un insumo clave para la academia y el sector privado, ya que permite desarrollar investigaciones basadas en datos fiables, y realizar decisiones de inversión por parte de pequeñas y grandes empresas.
Recientemente la FAO ha desarrollado una nueva serie de directrices que implican un número de avances que tienen en cuenta la naturaleza cambiante del uso y recolección de datos.
Las nuevas tecnologías de recolección de datos se han introducido para reducir significativamente el tiempo que transcurre entre la recolección y el análisis de los datos.
En la nueva versión, se han incluido campos de datos adicionales relativos a áreas como la pesca y la emisión de gases de efecto invernadero, para facilitar el seguimiento y el cumplimiento de los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS).
Entre las nuevas metodologías propuestas, hay también un enfoque renovado para evaluar la seguridad alimentaria mediante la revisión de la gravedad de la inseguridad alimentaria experimentada por los individuos en la población.
“La baja de los precios internacionales de los granos y la actualización de costos nos colocan en una zona roja de la cual debemos salir de manera inmediata”, dijo el titular de la Federación de Acopiadores, Fernando Rivara.
El pasado miércoles 16, el Ministro de Seguridad de la Provincia de Buenos Aires, Javier Alonso participó de una reunión de la Mesa de Trabajo para la Seguridad Rural con representantes de diferentes entidades que nucléan a los productores rurales, con el objetivo de coordinar acciones para prevenir los delitos en las zonas rurales de la Provincia de Buenos Aires.
Lo resolvió la presidenta del directorio de gestión y funcionaria cercana al gobernador Axel Kicillof, Jimena López; se seguirá en el trabajo de una próxima licitación; había incertidumbre sobre la continuidad luego que trascendiera un supuesto interés del gobierno provincial de controlar un 30% de la operatoria. LA NACION - 26/09/2024
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