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La cosecha de trigo comenzó en el norte de Córdoba y los primeros datos no son del todo alentadores: si bien los rindes son excelentes, la calidad, que es lo que se pretendía mejorar con creces en esta campaña, no es la óptima.
 
Así lo reflejó la Sociedad Rural de Jesús María, que difundió declaraciones al respecto de la directora de su Laboratorio de Análisis de Semillas, Ana Laura Göldy.
 
Cabe recordar que, en el ciclo pasado, el trigo tuvo los peores estándares de calidad de la historia, un aspecto que incide en su precio ya que la molinería aplica descuentos si el cereal no tiene calidad panadera. Además, se complica el objetivo de aumentar las exportaciones, ya que los mercados a los que abastece Argentina, principalmente Brasil, exigen trigo con altos estándares de proteínas y gluten.
 
Rindes vs calidad
Según Göldy, “los productores están hablando de 45, 48 quintales por hectárea; rendimientos récord, muy altos y difíciles de alcanzar”.
 
Sin embargo, alertó que “la calidad está siendo inversamente proporcional al rendimiento. Es decir, si bien este año favoreció para hacer una mayor producción en kilos, la calidad está yendo en desmedro”.
 
La especialista señaló que “los granos que estamos analizando son grandes y tienen un buen peso hectolítrico, pero están con mucho contenido de almidón, que es justamente lo que no queremos”.
 
“Sumado a eso, las últimas precipitaciones que han caído -previo a la cosecha-, hicieron que se pierda un poco más la calidad, ya que los materiales salieron con un poco más de humedad a la tolerada”, añadió.  
 
Recomendaciones
La nota realizada por la SRJM también incluye recomendaciones a los productores de cara a la recolección del trigo.
 
“Por lo general, los productores tratan de cosechar con un 14 por ciento de humedad en el grano o por debajo de ese valor. En caso contrario, si entregan mercadería con exceso de humedad, el molino o el acopio deben hacerle un proceso de secado y a eso se lo descuentan. Es decir, por el gasto del secado, al productor le hacen un descuento en kilos de la mercadería”, subrayó Göldy.
 
Por eso, sostuvo que “a los productores les conviene esperar a que el cultivo pierda humedad por sí solo, para empezar a cosechar. Por lo general, hacer una pasada con la cosechadora de 300, 400 metros y sobre ese material que cosecharon, hacer los análisis preliminares. Ver si la humedad está bien y especular con las condiciones del tiempo y si el pronóstico es favorable. Si tienen 15, 16 por ciento de humedad y hace falta bajar otro punto, lo mejor es que aguanten unos días más, para que ese punto baje solo y recién ahí entrar a cosechar”.
 
El Laboratorio de Análisis de la SRJM realiza análisis de gluten, peso hectolítrico y humedad por 315 pesos para socios de la entidad y 450 pesos para los no socios.