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La semana pasada el Poder Ejecutivo Nacional envió finalmente el proyecto para modificar la actual ley de semillas al Congreso de la Nación, tal como veníamos adelantando desde esta misma sección los tiempos para su tratamiento son cada vez más cortos.
 
Por lo pronto, hasta el momento no hubo ninguna reunión de asesores ni en las comisiones de Agricultura, Legislación General y Presupuesto y Hacienda donde fue girado.
 
Así es que el tiempo apremia si realmente la voluntad es que el proyecto de ley sea analizado y despachado, antes del 20 de noviembre (fecha cuando concluyen la sesiones ordinarias).
 
EL PLAN B
La otra opción sería que se incluya en la agenda extraordinaria del Parlamento pero todo indica que desde el Ministerio de Agroindustria esperan que el tema sea resuelto plenamente en el Congreso si ningún tipo de intervención para apurarlo.
 
Mientras tanto siguen en danza otros proyectos de ley por el tema semillas como el del diputado Gilberto Alegre, que busca conseguir más apoyo dentro del recinto a la hora que se discuta a la iniciativa oficial. Mientras tanto, desde la industria semillera y otros sectores ligados a la producción continúan advirtiendo que el proyecto oficial está muy lejos de su ideal y, por otro lado, presentaron sus alternativas.
 
Un dato curioso es que Macri no firmó el proyecto de ley, lo hizo Gabriela Michetti en ejercicio de la presidencia, posiblemente por el viaje del Presidente a Roma.
 
Así es que por el momento la comisión de diputados que conduce Gilberto Alegre sigue sin reunirse, aunque los asesores lo vienen haciendo con otra agenda que no tiene que ver con semillas.
 
Extrañamente hace sólo unos tres meses sonaba como el tema más urgente, pero hoy la agenda política parece estar en otras cuestiones.
 
Mientras tanto la siembra de soja está pronta a comenzar en la Argentina -siempre que el clima acompañe- y todo indica que será sin reglas de juego claras.