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Por Favio Ré.- El proyecto de reforma del Impuesto a las Ganancias no incluye, por el momento, la inclusión del ajuste por inflación, un reclamo de las empresas de todo el país que tiene especial repercusión en el agro. Por caso, esta semana se conoció un fallo judicial en contra de una firma ganadera cordobesa que pretendía realizar ese ajuste para los valores de su hacienda.
 
El contador Santiago Sáenz Valiente participó recientemente del Congreso Resiliar de Aapresid, oportunidad en la que destacó los perjuicios que está situación provoca en las empresas agropecuarias. En diálogo con Agrovoz, puntualizó que el no ajuste por inflación “está haciendo desastres no sólo en el agro, pero sí especialmente en el agro”.
 
- El campo sigue cuestionando la alta presión impositiva. ¿Cuáles son los ajustes que quedan pendientes?
- Hay que resolver el tema de fondo que es el ajuste por inflación. No se puede seguir liquidando impuestos sobre una renta que es absolutamente ficticia, que está distorsionada, pagándose un impuesto que nada tiene que ver con la realidad. Es realmente preocupante, esperamos que se corrija, y que la Argentina salga a crecer fuertemente porque tiene todo para hacerlo.
 
- ¿Qué problemas genera el no ajuste por inflación?
- El principal problema es la forma de valorizar los stocks, porque hay que valorizar los granos o la hacienda con las cifras del cierre del ejercicio, cuando el valor puede disminuir después de ese cierre. Además, se obliga a tributar sobre algo que todavía no se vendió, por el simple aumento de valor, y encima sin contemplar el efecto de la inflación, porque gran parte de ese aumento de precio muchas veces tiene que ver con la inflación. En conclusión, es algo muy distorsivo y en otras actividades, como el comercio o la industria, no sucede, porque valorizan el stock al precio de los últimos dos meses y de esa manera es más sencillo protegerse.
 
Blanqueo y oportunidades
Por otra parte, Sáenz Valiente también habló sobre el blanqueo de capitales y las oportunidades que éste puede generar para los productores agropecuarios, al igual que la Ley Pyme.
 
- ¿El blanqueo realmente es una oportunidad para los productores?
- Es una oportunidad para todos los contribuyentes que de una u otra manera no tienen bienes declarados, porque giraron bienes o fondos al exterior o los tienen en cajas de seguridad o bajo el colchón, y les conviene hacer un blanqueo para transparentarlos ante el fisco. La principal ventaja es que, junto con el blanqueo, también hay una reforma tributaria que incluye una reducción de la alícuota de Bienes Personales, que era de 1,25% la máxima, y baja a 0,75% en 2016, a 0,5% en 2017 y a 0,25% en 2018. Es decir, que al blanquear estos bienes y dejarlos dentro del patrimonio, el impacto futuro en este impuesto es mucho menor de lo que podría haber sido.
 
- ¿Conviene comprar bonos?
- Lo que hay que analizar es que, si compro bonos, ya sea los que están previstos en el blanqueo u otros, puedo tener la exención de Bienes Personales sobre ese patrimonio. Es decir: puedo tener dólares en el exterior en una cuenta bancaria, que tengo riesgo que en enero de 2017 se abra porque los países abren el secreto fiscal; entonces esa situación me lleva a blanquear y puedo, con esos fondos, pagar el impuesto del 10 por ciento y después invertir en títulos argentinos o evitar el pago del impuesto especial del 10 por ciento invirtiendo en bonos previstos dentro de la normativa.
 
- ¿Qué títulos son los más interesantes?
- El bono en dólares a tres años permite cubrirse la diferencia del tipo de cambio y es ideal para ahorristas más pequeños que no están acostumbrados a hacer inversiones especulativas: se cubre de la diferencia de cambio y sólo tiene que en esos tres años mantenerlos en el patrimonio. La otra opción es comprar títulos, a siete años, en dólares, que dentro de los primeros cuatro años no los puedo transferir y esto también tiene una gran ventaja, que es un pequeño interés del uno por ciento mensual y puedo invertir un tercio de mis fondos en el exterior.
 
- También mencionó que la Ley de Pymes es una oportunidad…
- Sí, porque se pueden comprar bienes de capital y el 10 por ciento del monto invertido se toma a cuenta del Impuesto a las Ganancias, con un tope de inversión del dos o tres por ciento de las ventas. Esto es una gran ventaja, pero muchas veces el productor no tiene todo su dinero registrado para poder realizar esta inversión, por eso es clave aprovechar el blanqueo.