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El Banco Mundial tiene previsto prestarle a la Argentina unos US$ 8000 millones en los próximos cuatro años, en proyectos de infraestructura y planes sociales.
 
La suma podría incrementarse ahora que el Gobierno está cumpliendo con la revisión del artículo IV del Fondo Monetario Internacional (FMI). Así lo expresó Jesko Hentschel, director del Banco Mundial para Argentina, Paraguay y Uruguay.
 
Hentschel, de 54 años, detalló que hasta junio del año próximo la entidad multilateral le prestará al país US$ 2000 millones.
 
Además, elogió las reformas desarrolladas por el gobierno de Macri , afirmó que el país "le interesa a los inversores" y negó que haya una crisis social pese al aumento del desempleo de la pobreza.
 
-¿Cómo observa la situación del país?
 
-La Argentina claramente está transitando un año de crecimiento negativo de -1,5%, en gran parte debido a factores globales, como la baja en el precio de las materias primas, la caída en el crecimiento de China y en la demanda de mercados importantes para el país, como Europa. Pero, al mismo tiempo, el país presenta muchas oportunidades para el futuro inmediato, luego del arreglo con los holdouts, la unificación del tipo de cambio y la automatización de gran parte del comercio exterior.
 
-¿Y qué otras reformas debería encarar el Gobierno para atraer inversiones?
 
-Ahora es importante tener una estabilidad macroeconómica y la baja en la inflación que se está viendo en forma mensual desde mayo. Esto es clave sobre las expectativas de la gente. Y también es muy relevante el anuncio del Banco Central de una pauta del 17 por ciento para el año próximo, así como la meta del 4,2% de déficit fiscal anunciada en el presupuesto del año próximo. Esto crea un entorno positivo para las inversiones, junto con otras reformas como el acceso a la información, la nueva ley sobre las contrataciones de las obras públicas y el acceso a la información.
 
-¿Cuáles son los principales ejes de los créditos del banco al país?
 
-El primero es aumentar las oportunidades de los más vulnerables, como apoyar el aumento de la Asignación Universal por Hijo (AUH), la transformación de villas y la mejora del saneamiento, como el proyecto de Matanza-Riachuelo. El segundo eje es mejorar la productividad y el empleo, como mejorar el acceso de las Pyme al crédito, que está entre los más bajos de América latina; también, buscamos atraer inversiones en el sector de energías renovables y, en el caso de la educación, apoyamos planes para los jóvenes que ni estudian ni trabajan. El tercero es ayudar a la integración de la Argentina con el mundo, particularmente en las estadísticas sociales y en el aumento del comercio exterior.
 
-¿Cómo observa la situación social, dado que el Gobierno admitió un aumento en el desempleo y de la pobreza?
 
-Observando los indicadores sociales, no vemos una situación de crisis social, aunque hay una baja del empleo formal. Pero en 2017 el país va a crecer entre el 3 y el 4 por ciento y eso permitirá crear más empleo y bajar la pobreza. En esta transición, es clave apoyar a las familias que están afuera del sistema, por eso es muy importante el aumento de la AUH y la creación de las pensiones no contributivas. Por supuesto que el empleo es el impacto más importante en este plano para reducir la inequidad y bajar la pobreza.
 
-¿Cómo se compatibiliza la necesidad de bajar subsidios y subir tarifas con la compleja situación social actual?
 
-Los subsidios a las tarifas tenían un costo fiscal muy alto y llegaban a una minoría de los sectores más vulnerables. Así que una reforma de estos subsidios, protegiendo a los más pobres, es una medida importante y correcta, en momentos en los que hay un déficit fiscal alto.
 
-¿Tener un artículo IV del FMI permitirá acceder a más créditos del banco?
 
-No tiene impacto directo sobre los proyectos que ya hay para la Argentina, pero abre la posibilidad para que el país pida créditos de apoyo al presupuesto, sin un programa específico.
 
-¿Mejorará el contexto para el país en los próximos años?
 
-Este año América latina estará en recesión, pero el año próximo crecerá cerca del 2%, en buena medida por la mejora en la situación de Brasil. Y en este contexto, hay mucho interés de los inversores por la Argentina. No esperamos una suba tan fuerte en el precio de las materias primas, pero el país tiene igualmente muchas oportunidades.